El aparthotel Alexandra de Tarragona es el primero en cerrar del sector a causa de la covid-19

El aparthotel Alexandra es el primero del sector hotelero de la ciudad a cerrar a causa de la covid-19. Este establecimiento ya no ha reabierto en ningún momento desde el inicio de la pandemia, en marzo del 2020, y tampoco lo hará este verano, una temporada que, según los representantes del sector, no se verá excesivamente afectada por el actual rebrote. Así, con la pérdida de Alexandra, Tarragona dispondrá de cerca de un centenar de plazas hoteleras menos, ya que disponía de una treintena de apartamentos. «No es una pérdida significativa», matizaba Xavi Jornet. El presidente de la Asociación de Hoteles de Tarragona (AHT) aseguraba que este establecimiento hotelero «ya no tiene previsión de volver a abrir», y ponía encima de la mesa «una reconversión», aunque no sabía «cómo acabará». «El cierre podía pasar más adelante, pero la pandemia lo ha acelerado», añadía.

No obstante, el resto de hoteles de la ciudad han conseguido sobrevivir, de momento, a la covid-19, tal como detallaba Jornet: «Alexandra es el único que ha cerrado en Tarragona, el resto estamos todos abiertos, incluso el SB, que dio apoyo a los hospitales». En este sentido, el presidente del AHT recalcaba el buen estado de salud del sector en Tarragona: «La covid nos cogió a muchos con plenas reformas o actualizaciones». Por otra parte, según datos de la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de Tarragona (FEHT), de ámbito provincial, sólo un 75% de los recintos hoteleros de la demarcación se encuentran abiertos en estos momentos.

El ritmo de reservas en Tarragona ciudad no se está viendo condicionado por el incremento de contagios de las últimas semanas, así como tampoco se están registrando demasiadas cancelaciones. «La afectación es relativamente pequeña porque el turismo de fuera todavía no ha acabado de arrancar», explicaba Jornet, sobre todo porque «el turista extranjero ahora espera a última hora para confirmar, es prudente según las condiciones que les imponga su país». Además, «en Tarragona viene el cliente de forma directa, que tiene menos miedo a moverse, y no con operadores turísticos, que requiere mucha más antelación».

La mayor parte de las reservas hechas y de los visitantes actuales son catalanes y gente venida de todo el Estado. «El turismo sigue siendo de proximidad, pero este año vemos más de fuera Cataluña. Con la vacunación, ha crecido el número de personas de Navarra, Madrid o Aragón,» relataba Jornet. Con todo, los hoteleros de la ciudad son «bastante más optimistas que el año pasado, con un verano significativamente mejor», ya que prevén que «el turismo catalán y español se mantendrá, sin anulaciones significativas». Todo, sin embargo, lejos todavía del 2019. Según Jornet, si en julio normalmente se llega a un 90-95% de ocupación, este año será en torno al 70%. En agosto se espera un 80%, cuando el más habitual sería un 95%.

La Costa Daurada, similar

«Hasta ahora no había demasiadas reservas y tampoco estamos registrando grandes cancelaciones», detallaba Xavier Guardià, portavoz de la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de Tarragona. Igual que en la ciudad, en la provincia «está faltando sobre todo el mercado internacional, con británicos, franceses o rusos, que empiezan la temporada pronto y lo alargan hasta tarde». Según el portavoz del FEHT, los extranjeros suponen la mitad del turismo en la provincia. Además, Guardià apuntaba al gobierno francés, que no recomienda venir a Cataluña: «No sé qué porcentaje de la decisión es sanitario y cuál económico, pero hay un interés económico, sin duda». En este sentido, Guardià recordaba que el año pasado «fue el mejor de la historia para los campings franceses y elpeor para los nuestros».