Cuatro barcos han hecho cuarentena en el Puerto de Tarragona desde el inicio de la pandemia
Ayer acabó la del Songa Sappfire, atracado en el muelle de Llevant
Un total de cuatro barcos mercantes han tenido que hacer cuarentena en el Puerto de Tarragona desde el inicio de la pandemia. Ayer acabó la que tuvo que hacer el petrolero maltés Songa Sappfire, procedente de Algeciras y que llegó al muelle de Llevant el pasado domingo día 4.
El aislamiento se ordenó después de que cuatro de los tripulantes presentaran sintomatología de la covid. Dos de ellos fueron trasladados al Hotel Salud y al Hospital Santa Tecla, respectivamente. Este año ya tuvo que hacer cuarentena el barco Caroni Plan y, durante el año 2020, las embarcaciones Bosphorus y Pretty Lumb.
El protocolo establecido se activa en el momento que hay sospechas que algún tripulante de un barco pueda tener cualquier enfermedad infecciosa. A través del consignatario, se pone en comunicación con Sanidad Exterior (que depende del Ministerio) para que se haga cargo de la situación. En un primer momento, Sanidad Exterior pide la documentación correspondiente del barco, documentación marítima detallada y, posteriormente, se le deniega en la embarcación la libre práctica. En caso de que haya una persona que presente cualquier tipo de sintomatología, se desembarca y se lleva a instalaciones hospitalarias en ambulancia con el fin de hacerse las pruebas correspondientes. El resto de tripulación que no presente sintomatología se mantiene en el barco en cuarentena y no se les permite ni entrar ni salir en los siguientes 10 días. En el momento en qué las personas que presentan síntomas de tener la enfermedad, bajan del barco, pasan a estar bajo la tutela del Departamento de Salud.
El contacto y las comunicaciones para el abastecimiento o necesidades de la tripulación confinada las lleva a cabo el capitán de la embarcación, vía solicitud con consignación y siempre bajo la supervisión de Sanidad Exterior. Cualquier persona que salga del barco en cuarentena es para ir directamente a un centro hospitalario acompañado de profesionales, utilizando todas las medidas de seguridad. En caso de que se tuviera que acceder al barco para realizar tareas de supervisión o abastecimiento, se hace con todas las medidas de seguridad y prevención. Pasados los 10 días de cuarentena establecidos, el consignatario contrata en una empresa de limpieza especializada a fin de que desinfecte todo el barco y, a partir de este momento, la embarcación puede continuar su ruta establecida. Todas las decisiones se toman de acuerdo con un protocolo específico establecido por la covid-19, aun así, el protocolo establecido con motivo de la pandemia no difiere mucho con respecto a los protocolos ya existente por otras enfermedades infecciosas, como la malaria.