La playa para perros en Tarragona se estrena después de una semana de pruebas

La playa del Milagro estrenó ayer, de manera oficial, la playa para perros después de una semana de pruebas para acabar de perfilar todos los detalles. El espacio está ubicado en el rincón de la playa que toca en el antiguo Fortín de la Reina y está delimitado con una valla hasta el agua. Este espacio es provisional, ya que en invierno los perros no tienen restricción para ir a la playa y, tal como indicó ayer la concejala de Bienestar Animal, Elvira Ferrando, las vallas se sacarán.

La concejala celebraba que «los usuarios están muy contentos, es muy esperada, he recibido muchas notas y mensajes de agradecimiento», y añadía que «es muy gratificante elretorno, la gente esta muy contenta. Nos piden más». Vidal también agradeció la tarea a todos los profesionales de la casa que «lo han hecho posible» y también destacó el trabajo de Carla Aguilar, anterior concejala de Bienestar Animal, quien impulsó esta playa para perros. Precisamente ayer, se pudo ver en Aguilar disfrutar de la playa con su perro.

Con respecto a la zona, Vidal recordaba que «es una instalación móvil por la cual hemos pedido un uso especial a Costas, pero durante el invierno estará toda la playa abierta». El recinto tiene unos 1.200 metros cuadrados de extensión y para la concejala es «suficiente para que convivan animales y personas sin tener que estar amontonados», ya que «hay mucha rotación y cuando hay más gente es a primera hora de la mañana y a última de la tarde». En el interior se pueden encontrar duchas, bebederos, algún banco y papeleras. «Es accesible y el espacio está cerrado para que los animales no se escapen, decía Vidal, quién remarcaba que «no querría entenderlo como un espacio cerrado sólo para los animales, sino como un espacio de convivencia entre seres vivos humanos y no humanos».

«Es una larga reivindicación que finalmente se ha efectuado, y pensamos que es una cosa muy buena que haya un espacio entre la gente y los perros», defendía la concejala de Bienestar Animal, quien esperaba que «todo el mundo sea responsable» y cumpla las normas de uso que obligan los propietarios a recoger los excrementos de los perros, vigilarlos en todo momento y que tienen que llevar siempre el collar, entre otros.

La concejala quiso incidir en que«es un espacio de convivencia, muchos de lo que tenemos perros quedamos aquí para hablar y ver como de bien se lo pasan nuestras mascotas», a la vez que detallaba que se ha reforzado el servicio de limpieza porque «aquí los perros corren libremente y la empresa de limpieza está constantemente limpiando y asegurándose de que todo está limpio y adecuado», decía Vidal.