El título de Patrimonio de la Humanidad peligraría para Tarragona si no mejora la conservación

En noviembre del año 2000 la UNESCO declaró el conjunto arqueológico de Tàrraco Patrimoni Mundial de la Humanidad. 21 años después, la ciudad ve cómo podría peligrar este título. «La condición no se perderá», afirmaba Jordi Tresserras en declaraciones en el DiariMés. No obstante, el presidente en Espanya d'ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios), una organización asociada a la UNESCO, avisaba de que una bajada de la guardia podría ser fatal: ¿«Qué tendría que pasar? Que las cosas se agravaran todavía más o, incluso, que continuaran tal como están». «El estado de conservación del conjunto de Tàrraco es grave», advertía Tresserras. Hasta ahora, sólo tres lugares han perdido la condición de Patrimonio Mundial: el valle del Elba (Alemania), el santuario del Oryx árabe (Omán) y la zona portuaria de Liverpool (Reino Unido).

El último episodio que ha puesto en alerta administraciones públicas, entidades privadas y expertos es la perforación que sufrió la torre de Minerva el pasado miércoles 14 de julio. En este punto de la Muralla, la empresa Foreseny hizo 12 agujeros para instalar un andamio para analizar de más cerca el estado de conservación del relieve de Minerva, que se llevó la peor parte. Durante la instalación del andamio no había supervisión técnica ni por parte del Ayuntamiento, ni del Arzobispado, propietario del monumento. Tanto la torre como el relieve, del siglo II d.C., son los más antiguos del Imperio Romano lejos de Italia. «Eso ya no es un tirón de orejas. Se ha traspasado una línea roja», recalcaba Tresserras. El presidente en Espanya d'ICOMOS aseguraba que «no se entiende que la empresa hiciera estos agujeros, han trabajado en lugares como el Anfiteatro o Casa el Arcediano». «Nos dejó fuera de juego, no me lo podía creer», confesaba.

Con todo, el Ayuntamiento llevará Foreseny ante la justicia y ha puesto en marcha una investigación interna. Mientras tanto, la empresa asumirá los 1.500 euros para tapar los agujeros. No obstante, Tresserras eludía cargar las responsabilidades sólo en Foreseny ante la ausencia de supervisión técnica desde el consistorio: «Hay negligencia por parte de la empresa y por parte del Ayuntamiento». Si bien el presidente en Espanya d'ICOMOS apuntaba que «el actual gobierno municipal se está poniendo las pilas» fachada «la dejadez de los anteriores», exponía que «ya no podemos aceptar que pidan perdón, sino que se tomen medidas a fin de que eso no vuelva a pasar».

En el 2022, un año clave

El próximo año será un año clave por Tarragona si quiere poner en riesgo la condición de Patrimonio de la Humanidad. En el 2022 es turno para un nuevo informe sobre el estado de conservación de los diversos elementos europeos Patrimonio de la Humanidad. «Tarragona tendrá que entregar el informe sobre como|cómo está el patrimonio y la gestión», relataba Tresserras. Una de las asignaturas pendientes, según el máximo representante de ICOMOS en España, es el bajo número de técnicos del Ayuntamiento dedicados al Patrimonio Histórico: «Al consorcio de Mérida trabaja unas ochenta de personas. Aquí hay gente a las consejeras de Patrimonio, Urbanismo, en el Museo de Historia de Tarragona... Es un área pequeña y un poco desarticulada».

Precisamente, para Tresserras, Mérida y su consorcio, que agrupa varias administraciones públicas y entidades, es un ejemplo de lo que tendría que ser Tarragona con respecto a la gestión y conservación patrimonial, en una ciudad donde hay múltiples propietarios de monumentos. En este sentido, el consejero de Patrimoni de l'Ajuntament de Tarragona, Hermán Pinedo, lideró la creación de una mesa de trabajo en la cual también toman parte la Generalitat, el Ministerio de Cultura, la Real Sociedad Arqueológica Tarraconense, el Instituto Catalán de Arqueología Clásica, la URV y la misma ICOMOS. «Agradezco muchísimo que se saliera adelante aunque se tendría que fortalecer», confesaba Tresserras, que añadía que «aquí hay muchos egos personales que se tendrían que superar». El presidente español de ICOMOS reconocía que «es cierto que en Tarragona no hay un ente gestor coordinador como tal, pero la mesa|tabla puede jugar este rol». Cuando menos, lamentaba que no se hayan sumado ni el Arzobispado, ni el Capítulo de la Catedral.

La mesa de trabajo, según Tresserras, es un método para llegar al objetivo prioritario: «Tarragona necesita un plan general de conservación preventiva». «Parece muy básico, pero no es», sentenciaba el dirigente de ICOMOS, que pedía «sentarse todos para sumar y sacar una hoja de ruta». Hoy por hoy, el único plano director en la Parte Alta es el de las Murallas, entre el Ayuntamiento ila Generalitat. Cuando menos, existen otros monumentos de gran relevancia que han sumado actuaciones diferentes entre sí, como es el caso del Circo. «No hay un plano director y las actuaciones no son conjuntas», explicaba Tresserras en referencia a la instalación de las escaleras de madera en los Sedassos