Un macrobotellón llena de basura el espacio de nidificación del Vinyet de Tamarit

Un macrobotellón que se celebró en la zona del Vinyet, en la playa de Tamarit de Tarragona, dejó el espacio completamente lleno de suciedad y de plásticos la pasada noche del sábado. La entidad medioambiental La Sínia denunciaba ayer los hechos, calificando el encuentro de «vergonzoso e indignante», no sólo por el hecho de que los participantes no se molestaran al recoger los restos de botellas y los vasos de plásticos, sino porque se trata de un espacio natural, zona de nidificación del chorlitejo pantinegro donde, precisamente el día anterior, había nidificado uno, el cual se había podido observar.

El alcalde de Altafulla, Jordi Molinera, asegura que el de este fin de semana es el segundo botellón que se celebra en la zona, pero esta vez ha estado «terrible». Cree que, muy posiblemente, han participado personas que huyen del toque de queda de los municipios vecinos pensando que esta playa pertenece en Altafulla donde, a pesar de tener más de 5.000 habitantes, su incidencia acumulada de contagios por la covid le ha permitido liberarse de la restricción horaria. «A las doce menos cuarto vimos que había mucha gente yendo hacia la zona. Es un punto de encuentro de los campings, de la misma gente de Altafulla, también de Torredembarra. Vienen hasta la Roca del Gaià y aguantan hasta las seis de la mañana, cuando se levanta el toque de queda, y se marchan,» explica Molinera.

La noche del sábado había cuatro agentes de policía en Altafulla y, según Molinera, avisó a un par de concejales de Tarragona y a la Guardia Urbana de la ciudad al ver que todos los grupos se dirigían a la misma zona. Según Molinera, sin embargo, no se dispersó a los asistentes al macrobotellón porque resultaba imposible hacerlo con tan pocos efectivos en un espacio tan abierto. «Muchas personas de la Mora o de Tamarit llaman a Altafulla cuando hay un problema. Estamos habituados y hasta ahora lo habíamos gestionado, pero la situación del sábado fue un descontrol absoluto. Entendemos que, si alguien se quiere tomar una cerveza, lo haga, pero hace falta recogerlo todo después y no dejarlo todo como lo han dejado. Es intolerable. Toda una gestión durante todo el año de la playa para que en dos o tres fines de semana nos la destrocen así », concluye Molinera.

Desde La Sínia, mostraban las imágenes de los restos de basura, «todo pisado y mierda por todas partes», añadían en las redes sociales. La entidad de protección del Gaià menciona tanto en el Ayuntamiento de Tarragona como el de Altafulla en un reclamo por mantener la protección en este espacio natural.