El dron de la Guardia Urbana de Tarragona para controlar los vertidos todavía no ha entrado en funcionamiento

El dron que adquirió este invierno a la Guardia Urbana de Tarragona por 18.000 euros todavía no ha entrado en funcionamiento. Este fue presentado el pasado marzo, hace casi medio año, pero a día de hoy todavía está en el taller, donde llegó después de las primeras prácticas realizadas en la Anilla Mediterránea, donde se observó que alguna cosa no funcionaba correctamente. En concreto, el dron presentaba problemas enla cámara y en elsoftware, que todavía no se han podido solucionar. Mientras tanto, la unidad de la Guardia Urbana formada por un cabo y cuatro agentes –que han recibido formación específica para operar estos dispositivos aéreos– sigue haciendo prácticas. También se está regularizando la situación desde la Comisión de Protección de Datos.

El nuevo dron de la Guardia Urbana tenía que servir para ayudar a controlar y sancionar los vertidos ilegales, a uno de los principales objetivos del área de Medio Ambiente este mandato. La realidad es que, como el aparato no ha sido operativo en ningún momento, no ha detectado ninguno. Esta no era la única función a la cual se quería destinar el dron. También se pretendía controlar acontecimientos o grandes concentraciones de personas, así como el tráfico o las playas.