La restauración de Tarragona acumula una sesentena de multas en el 2021 por incumplir el horario

La Guardia Urbana de Tarragona ha interpuesto un centenar de multas en establecimientos de la ciudad desde que empezó el año y hasta el final del mes de julio, tal como ha podido saber Diari Més. La gran mayoría de las infracciones fueron cometidas por la restauración. Del total de las 105 sanciones, 60 han estado por incumplir con el horario de cierre. No obstante, este ha sido uno de los sectores más golpeados desde que empezó la pandemia con relación a las medidas para evitar los contagios de covid-19, con numerosos cierres y limitaciones de horarios y de aforos.

Actualmente, bares y restaurantes pueden abrir hasta las 00.30 h. –media hora antes del inicio del toque de queda– y tienen el aforo interior limitado al 50%, por|para el que las terrazas están siendo más necesarias que nunca este verano, donde se pueden juntar hasta 10 personas en una sola mesa|tabla.

Más de la mitad de multas en los establecimientos, pues, son por no haber cerrado a la hora requerida. Hasta 37 infracciones han correspondido en locales abiertos con actividad cuando no lo tenían permitido y seis para no respetar las medidas de seguridad. Destacan las sólo dos infracciones por exceso de aforo en bares y restaurantes de Tarragona, mientras que no se ha interpuesto ninguna multa por no respetar la distancia entre mesas en las terrazas.

Los datos son valorados positivamente desde la restauración tarraconense, ya que por ellos se han cumplido las restricciones con firmeza. Esta cifra no me parece demasiado. La gente cierra cuando toca. Ya estamos demasiado tocados comopara, además, tener que pagar multas», razonaba Javier Escribano. El presidente de la Asociación de Hostaleros Tarragona Ciutat (AHTC) detallaba que le parece «muy estricto» el hecho de multar los restaurantes y bares los cuales todavía tenían alguna mesa cinco o diez minutos después de la hora límite, las 00.30 h. Escribano lo justificaba explicando que «a veces entra mucha gente de golpe y tardas en servirles la comida, y después sabe mal hacerles marcharse».

Las restricciones, no obstante, son aceptadas por el sector, eso sí, con resignación. Nosotros estamos a favor del control, pero todo el mundo tiene que jugar a las mismas reglas. No puede ser que a las 23 h. el local del lado coja clientes que en otro lugar ya no los han dejado sentarse», lamentaba Escribano. El presidente del AHTC también animaba a respetar las limitaciones de aforo y a no añadir mesas de manera irregular: «Las reglas están para respetarlas». Escribano matizaba que a la restauración el horario actual de cierre «no acaba de afectar del todo, porque a aquellas horas normalmente ya acabas». Eso sí, reconocía que «afecta a un poco más en los locales de copas», especialmente en aquellas zonas llenas de restaurantes y bares. Por su parte, Cristina Guzmán, consejera de Seguridad Ciudadana y Protección Civil del Ayuntamiento de Tarragona, dejaba claro en Diari Mésque los comerciantes y los restauradores están cumpliendo.

El problema de los botellones

El número de infracciones relacionadas con la covid-19 en Tarragona desde principios del 2021 han ido progresivamente a la baja, llegando a un total de 1.053 hasta el momento. De las 257 de enero se pasó en 38 en junio o sólo siete en julio. No obstante, estos primeros días de agosto ya se han subido|ensartado hasta el 16, todas ellas relacionadas con el incumplimiento del toque de queda. Desde que empezó el año, la Guardia Urbana ha hecho 188 actuaciones hacia botellones y 144 por molestias en domicilios a raíz defiestas particulares y música demasiado fuerte. «Sobre todo los adultos son responsables, pero los jóvenes llevan casi dos años con medidas muy restrictivas y el cuerpo les pide salir», detallaba Guzmán. La máxima responsable política de la Guardia Urbana destacaba que el dispositivo conjunto con los Mossos d'Esquadra para evitar botellones «ha funcionado muy bien».

«Hemos ido sacándolos de las plazas y parques y se han ido desplazando hacia las playas. Conseguimos que a las playas más céntricas no se produjeran, ya que cerramos los parkings», indicaba Guzmán. Aun así, el dispositivo todavía tiene puntos débiles. Este fin de semana se produjo un macrobotellón en la playa de la Viña, entre Altafulla y Tamarit, un espacio natural protegido, cuya vigilancia correspondía a la policía autonómica. «Trataremos de reforzar el dispositivo con los Mossos a fin de que no vuelva a suceder», adelantabaGuzmán.

Infracciones de todo tipo

Del millar de infracciones hacia las restricciones por la covid-19 notificadas en Tarragona desde que empezó el año, más de la mitad fueron por incumplimiento de las restricciones de movilidad. En concreto, 585. Durante la primera mitad de año la movilidad estuvo reducida a causa de los confinamientos municipales y comarcales durante unas cuantas semanas. Por otra parte, este 2021 ya se han concretado 250 infracciones en la ciudad relacionadas con un mal uso de la mascarilla y 92 reuniones en exceso de personas.