Limpieza
Peatones de la Rambla de Tarragona critican la falta de limpieza de esta vía
La suciedad, acentuada por los excrementos de paloma que dejan los bancos casi inservibles, se ha convertido en un mal endémico
La Rambla Nova es una de las principales arterias de la ciudad. Para muchos tarraconenses, es uno de los espacios más frecuentados con el fin de ir a dar un paseo y pasar un rato al fresco bajo los árboles. Es muy habitual ver personas de edad avanzada andando arriba y abajo. Estos, sin embargo, se encuentran a menudo con dificultades para sentarse en los bancos con el fin de descansar. Un buen número de los emblemáticos bancos de la Rambla Nova están cubiertos por excrementos de paloma. Se trata de un problema que no viene de nuevo, sino que es endémico. Aun así, no se ha conseguido poner remedio con el paso de los años, sea por una falta de limpieza o bien por una presencia excesiva de estos animales. De hecho, son múltiples los rincones de Tarragona que requieren limpieza diaria para paliar la suciedad que generan las aves. A pesar de los esfuerzos del día anterior, el día siguiente a menudo vuelve a estar prácticamente igual.
«Cuando veníamos con mi marido, que tenía una prótesis, no podíamos sentarnos en los bancos porque estaban todos cagados». Así indignada se mostraba ayer la Mercedes Olivares, de 72 años, que acompañaba su madre, que iba con un andador. Como ella, son muchas las personas que tienen que renunciar a sentarse en los bancos que quedan libres. «Que pongan alguna cosa a las palomas, la suciedad no la generamos nosotros», planteaba Olivaste, que añadía que, «si no, que limpien toda la mierda pronto por la mañana, ya que no tenemos lugar donde sentarse». El problema con los excrementos de aves no se encuentra sólo en la Rambla Nova, sino en otros puntos de la ciudad, según Olivares: «La Rambla está dejada, pero toda Tarragona está muy sucia|bruta, como la avenida Catalunya, donde vivo. Allí por donde vayas, está todo mal». Esta mujer explicaba que se dedicaba a la limpieza y que le da «pena» ver «Tarragona abandonada». Olivaste vivió unos años de joven en Suiza: «Allí, si te caía un papel en el suelo, te llamaban la atención».
«De normal no me siento, no tengo la costumbre, pero claro está, encima del árbol está lleno de palomas y se ensucian», detallaba Antònia Robert. Esta mujer lamentaba el estado de limpieza de los bancos de la Rambla Nova, especialmente teniendo en cuenta que «hay mucha gente que necesita sentarse». Que el espacio esté más limpio tendría, sobre todo dos soluciones: menos palomas y más limpieza. «Palomas hay muchas y de limpieza se hace el que se puede», decía Robert, incidiendo en el hecho de que la brigada municipal no llega a todas partes. No obstante la gran cantidad de excrementos de aves, esta mujer remarcaba que «las palomas son una cosa natural, pero hay suciedad que no lo es». Robert se refería a desperdicio que se encontraba tanto en la vía central como los parterres con césped, plantas y árboles laterales.
Mercedes Pérez reside en Torredembarra, pero pasa por la Rambla Nueva «casi cada día» que está en Tarragona. «Cuando está sucio es porque no hay bastante limpieza, eso es lógico», apuntaba. «Quizás es que somos demasiado sucios los que transitamos», admitía Pérez, mientras señalaba un par de latas a tierra a pocos metros de distancia. Su marido añadía que «no es cosa de las palomas, es cosa nuestra». «Hay mucho incivismo», remataba Pérez. Para esta pareja, «los perros son peores que las palomas» a la hora de generar suciedad», especialmente en el sentido que las aves son animales libres y, los perros, dependen de un dueño que tiene que recoger los excrementos y a menudo no lo hace.