Movilidad
Las empresas de patinetes ven inviable la obligatoriedad del casco en Tarragona
La medida, que se aprobará en octubre, genera reticencias en las compañías de alquiler de vehículos de movilidad personal
Las compañías de alquiler de patinetes eléctricos, también denominados vehículos de movilidad personal (VMP), no ven con buenos ojos la obligatoriedad de llevar casco. La medida, recogida en la nueva ley de Tráfico, podría estar aprobada ya a principios de octubre.
La compañía de patinetes eléctricos Spin, que opera en la ciudad de Tarragona desde el pasado mes de marzo, muestra su oposición a la obligatoriedad del casco. El director de alianzas internacionales de Spin, Roger Puigví, destaca que la compañía apuesta «por la máxima seguridad», pero apunta que «este tipo de obligaciones pueden generar reticencias o que el servicio se vea más perjudicado». «Creemos que se tiene que estimular el uso de los patinetes eléctricos, por lo tanto, no lo intentamos positivo, además, los datos no demuestran que el uso del casco mejore la seguridad de los patinetes, porque sólo en un 10% de los casos se puede demostrar que el casco sea un efecto diferencial», argumenta. Puigví considera que «generar infraestructuras seguras, que sean más claras así como la formación de los usuarios» sería más importante con el fin de evitar accidentes y afirma que «con el tema del casco, el impacto es más mediático que real». «Integrar el casco en el vehículo no será positivo, ni para el usuario ni para la seguridad», explica. El director de alianzas internacionales de la compañía argumenta que la empresa facilita el casco a cualquier usuario que lo solicite, pero que integrarlo en el vehículo como un elemento más «no sería una buena opción».
La empresa Reby, una de las cuatro que operan en Tarragona, también ve inviable la obligatoriedad del casco –al menos en los vehículos del servicio compartido de alquiler– por diferentes motivos. En primer lugar, por su experiencia en Barcelona, donde incorporaron cascos en su flota de patinetes de alquiler y el gran número de hurtos registrados de estos elementos de seguridad hizo que la empresa desistiera. «Cuando acababan la carrera, en vez de dejar el casco, se lo llevaban, desaparecían», explica la cofundadora de Reby, Cristina Castillo. Los hurtos fueron tan habituales que el sistema inteligente que recoge las fotografías de fin de trayecto –en las que el usuario del servicio tiene que enviar una imagen para demostrar que ha dejado bien aparcado el vehículo– no tuvo tiempo de aprender a detectar el casco en estas fotografías. «Somos la única empresa que tiene geolocalización y fotografía de final de viaje. La herramienta de inteligencia artificial aprende a partir de la experiencia, pero dejamos de reponer los cascos ante el gran número de hurtos que había», añade Castillo.
Por otra parte, la empresa Reby se muestra de acuerdo en el hecho de que «la seguridad es el primero», pero destaca que no hay una regulación homogénea en este sentido. «I eso es un problema. Porque con la bici, el casco no es obligatorio. Además, entendemos que se haga obligatorio en el caso del uso privado de los patinetes, ya que puede haber vehículos trucados que superan la velocidad permitida, pero los patinetes de las empresas de servicio de alquiler tienen la velocidad limitada», dice Castillo.
Un 94% de los tarraconenses ve necesario hacer cursos de patinetes
Un 94% de los tarraconenses ve necesaria la realización de cursos de patinetes y bicicletas a la ciudadanía. Así se desprende de un informe elaborado por la compañía de alquiler de patinetes eléctricos Spin de la mano de Kantar, que bajo el título de Spin Report: La percepción de la ciudadanía sobre la micromovilidad compartida ha analizado como la población de Madrid, Barcelona, Zaragoza, Sevilla, Málaga y Tarragona perciben a este nuevo actor en la movilidad de sus ciudades.
El estudio de Spin revela también que un 71% de los habitantes de Tarragona querría un sistema tarifario integrado en el conjunto del transporte público que incluyera los servicios de micromovilidad compartida y que un 70% de los tarraconenses está interesado en contar con servicios de bicicletas y patinetes eléctricos compartidos en su ciudad. Además, la encuesta muestra que un 57% de los tarraconenses demandan que los usuarios de los patinetes no circulen por la acera ni zonas para los peatones y que un 66% de los ciudadanos de Tarragona afirman que cada vez les gusta menos coger el coche por la ciudad. El estudio también evidencia que un 79% de los tarraconenses afirma que la micromovilidad eléctrica es una pieza esencial para solucionar los problemas de movilidad en las ciudades como la contaminación o número de automóviles.