Sucesos
«Hace dos días que no dormimos por los botellones y nadie hace nada para que acaben»
Dos fiestas en el Camino del Llorito provocan molestias, suciedad y un herido y desde Limpieza alertan de que se multará a los responsables
«Esta pasada noche ha sido peor que la anterior. ¿Qué están haciendo, fiestas privadas controladas por la Guardia Urbana? ¿Por qué nadie hace nada? ¿Por qué no les cogen los altavoces? Es insoportable». Estas son las preguntas que tira este domingo una vecina que vive junto al Cementerio de Tarragona después de sufrir las molestias de los dos botellones consecutivos que se han celebrado la noche del viernes y la del sábado. La fiesta del viernes derivó en una pelea entre dos grupos de jóvenes con el resultado de un herido, presuntamente por arma blanca.
El parking del Camino del Llorito, donde se han concentrado centenares de jóvenes finos bien entrada la madrugada, ha despertado este domingo lleno de botellas de vidrio y de plástico y, en definitiva, de restos de la fiesta. A media mañana, todavía quedaban algunos participantes del encuentro con sus vehículos aparcados. El Ayuntamiento de Tarragona ha puesto en marcha a una brigada para limpiar la zona. Hartón de esta situación, el concejal Jordi Fortuny ha alertado de que, por la parte que le corresponde como responsable de Limpieza de la ciudad, se pasará factura a los responsables de las fiestas si consiguen identificarles, tarea nada fácil. Si se trata de personas menores de edad, esta irá a sus padres o tutores. No es para menos: activar una brigada de limpieza no prevista durante el fin de semana y recoger y gestionar los residuos de los incívicos tiene un coste aproximado de 2.000 euros y, tal como dice el edil, «ya no se trata del gasto sólo, aunque también es inaceptable, se tiene que tener en consideración las personas que hacen esta tarea, a las cuales no les toca trabajar y tienen que hacer un trabajo penoso, recogiendo lo que los incívicos han dejado para volver al día siguiente».
«La primera noche ya fue increíble, pero la pasada (la del sábado) ha estado impresionando. No sé qué tipo de altavoces llevan, pero se oía la música a un volumen altísimo y, cuando paran la música, cantan elAmparito Roca centenares de personas. Nos hemos estado despertando y durmiendo cada dos por tres durante toda la noche hasta que, a las cinco y media de la madrugada, hemos llamado a la Guardia Urbana porque ya no podíamos más», explica la vecina, que prefiere mantenerse en el anonimato. «Desde la Guardia Urbana nos dicen que no los podían disuadir, que ya tienen todos los efectivos disponibles y que hacen todo el que pueden», añade la vecina, quien asegura que, hasta las seis de la madrugada, la fiesta y el ruido no se detuvieron. Asegura haber visto las luces de las patrullas policiales por la zona, controlando la entrada y la salida de la autovía, sin hacer nada para parar el botellón.
«Necesitamos descansar. Por las fiestas de Santa Tecla siempre hay grupos que molestan, pero una cosa son cuatro jóvenes y otra cosa aguantar toda una noche de reguetón, no quiero imaginar qué sucederá la noche del Empalme», concluye la mujer.
«Íbamos andando por el Camino del Llorito y nos hemos encontrado toda la suciedad y cristales por el suelo en el aparcamiento, todavía quedaba gente de la fiesta», explicaba otro vecino. Como cada domingo, las brigadas de guardia de limpieza este domingo han trabajado en el mercado de marchantes de Bonavista, en las playas, pero también en los preparativos de los actos en la vía pública de Santa Tecla. En todo, se añadía la limpieza del aparcamiento, una tarea no prevista.
«El resultado del botellón ha sido que nos hemos encontrado una situación dantesca y se ha tenido que activar otra brigada para limpiar la zona y el gasto es muy grande. No sólo son las horas de los trabajadores, sino también el transporte de los desperdicios y su separación de los restos, hay que limpiar los grafitis de los carteles. Son 2.000 euros cada vez que se produce una fiesta de estas. Insisto, aparte del coste económico, estos trabajadores han tenido que ir en horas de muy solo a recogerlo todo, cuando podrían estar disfrutando de Santa Tecla como todo el mundo,» añade Fortuny.
La noche del viernes, por otra parte, durante una de los botellones en torno al Cementerio, los Mossos tuvieron que intervenir por una pelea. Según el cuerpo policial, fueron alertados de que había un herido hacia las tres y media de la madrugada. Después de localizarlo, este afirmó estar en la fiesta con un grupo de amigos cuando se encontró con otro grupo también de amigos. Por motivos que se desconocen, ambos grupos se pelearon y el joven aseguraba haber notado que era agredido, «pinchado», con supuestamente un arma blanca, aunque no identificó al agresor ni ha interpuesto ninguna denuncia.
Aparte de los dos botellones en el aparcamiento, según fuentes municipales, la Guardia Urbana actuó en concentraciones a los Cedazos y a la plaza de la Fuente, derivadas de las fiestas de Santa Tecla.