Los establecimientos de la plaza de la Font de Tarragona protestan cerrando durante la tanda de lucimiento del Seguici Petit
Los restauradores bajaron las persianas durante el acto para los más pequeños para protestar contra la prohibición de poner terrazas
El Seguici Petit volvió ayer a Tarragona después de un año de interrupción por la pandemia. El acto se llevó a cabo con todos los establecimientos de la plaza de la Fontcerrados, como medida de protesta de los restauradores por la prohibición de poner terrazas durante los días fuertes de Santa Tecla, hecho que enrareció un poco más un Seguici Petit completamente diferente con respecto a otros años.
Los restauradores, que bajaron la persiana durante todo el pase, denunciaron que no se les permita instalar las terrazas los días 19, 22 y 23 de septiembre. De hecho, un grupo de restauradores de la plaza de la Font presentó hace unos días una denuncia contra el Ayuntamiento de Tarragona por la prohibición de poner terrazas.
El Ayuntamiento de Tarragona, ante el cierre de los bares, instaló un servicio de wc y un dispensador de agua para los asistentes. El equipo de gobierno municipal mostró su «desacuerdo» con la protesta y lamentaron que se dejara sin servicio a 800 personas. «La solidaridad comunitaria, el bienestar de la ciudadanía y que las fiestas son de los y las ciudadanas tiene que prevalecer ante cualquier otro concepto durante estos días», manifestaron desde el consistorio en un comunicado. También recuerdan que han creado una serie de ayudas por el sector de la restauración, que les eximen de la tasa de ocupación de terrazas, desde el 2020. Por último, consideran que el dispositivo «ofrece la mejor fórmula para garantizar la seguridad de todo el mundo» y que «los días de afectaciones son sólo tres de los diez» de las fiestas.
Los tarraconenses más menudos por fin se pudieron reencontrar con las figuras del Seguici Petit, con un formato bien diferente de las anteriores ediciones prepandemia. Los elementos del Seguici Petit actuaron desde el escenario en una plaza de la Font limitada a 800 personas, que vio al Seguici en 150 mesas distribuidas con un máximo de seis personas cada una. La Mulasseta, el Aligueta y la Vibrieta fueron las figuras más ovacionadas por los pequeños en un pase que empezó con el fuego del Baile de Diablos Infantil, seguido del Dragón Pequeño y el Bou Pequeño.
La protesta de los restauradores, sin embargo, no acabó de convencer a los asistentes al acto. Asela Fort, una de las asistentes al Seguici Petit, afirmó que «me afecta, porque yo ahora tomaría una consumición». La espectadora del Seguici añadió que «me parece que no están pagando las tasas por la covid, el Ayuntamiento se los ha dado ayudas». «Hace fuera años que esperemos al Seguici Petit y que tengan que hacer una protesta así el día de los niños, creo que no toca».
Estel Amezkua afirmó que «entiendo las reivindicaciones de que hacen a los restauradores, pero igualmente, cuando hay actos grandes como castillos, ya les hacían cerrar las terrazas». «Los entiendo, pero estamos en un momento excepcional y quizás lo podrían haber hecho otro día», consideró.
Lluís Rovira, que vino con su familia a ver el acontecimiento, también manifestó su oposición al cierre de los bares y restaurantes de la plaza de Fonten la jornada de ayer. «Me parece muy mal, porqueen un día como hoy, poder venir a la plaza de la Font y ver el espectáculo que estamos dispuestos a ver pudiendo consumir hubiera dado más vida, ahora será un poco más frío», dijo. Rovira consideró que una protesta así «también los perjudica económicamente a ellos». Por último, el asistente al Seguici también lamentó que mucha gente no ha podido conseguir las entradas. «Estamos aquí hoy porque nos han invitado, si no hubiéramos podido estar, porque lo intentamos de todas las maneras y no lo conseguimos. Supongo que le ha pasado a mucha gente, ha sido un fracaso rotundo porque mucha gente ha querido comprar las entradas y no se podía, se cortaba el sistema y te metían en la cola», explicó.
Eduard Álvarez, dijo que «no me parece bien el cierre de los bares, se les ha dado una opción para que sirvan en los que están aquí, han decidido cerrar cuando hace un año que no pagan terrazas, por lo tanto no me parece nada bien».
David Masó, consideró que, con la protesta, los bares «saldrán perdiendo», pero que «están en su derecho» de quejarse y que se hubiera podido permitir que, como mínimo, pusieran una barra. «El Ayuntamiento, en lugar de hacer al Seguici aquí, lo podría haber hecho en lugares más anchos, no hay que concentrarlo todo en la Parte Alta. Entiendo que el PROCICAT lo limita, pero actos como los bailes hablados pequeños no hacía falta que se hubieran hecho en la plaza de la Pagesia, se podría haber escogido otro lugardonde entrara más gente».
Bailes hablados, Zoo y el Retaule
La plaza del Campesinado acogerá hoy a las 20.00 horas los bailes hablados a cargo de los bailes de Diablos, de Serrallonga, de Pastorcillos, de Gitanas y de Damas y Viejos. A las 21.30 horas, tendrá lugar el plato fuerte de las fiestas de Santa Tecla, la actuación del grupo Zoo en el Auditorio del Campo de Marte donde presentarán el último y exitoso trabajo discográfico, Llepolies. El Retaule de Santa Tecla también vuelve hoy a las 22.30 en la Catedral después del paro por la pandemia. El Grupo Santa Tecla representará su vida, la conversión y el martirio coincidiendo con el 50.º aniversario del Grupo Santa Tecla y los 700 años de la llegada del Brazo de Santa Tecla.