Movilidad
La distancia entre las fachadas y el carril bici de la Imperial Tàrraco será de 5 metros
El proyecto inicial preveía distancias de menos de un metro en algún punto y la modificación buscará causar el mínimo impacto para los peatones en las aceras
La plaza Imperial Tàrraco tendría que ofrecer su aspecto definitivo de aquí menos de un mes. El 5 de noviembre es la fecha marcada en el calendario para acabar las obras del carril bici educativo, que enlaza este céntrico nexo de comunicaciones con el campus Sescelades de la Universitat Rovira y Virgilio. Un retraso en la ejecución de las obras en el tramo de la avenida Marquès de Montoliu y la modificación del proyecto han hecho que se sobrepasara el plazo previsto inicialmente, fijado para justamente hoy, 6 de octubre. Precisamente, esta modificación ha causado polémica entre el gobierno y la oposición las últimas semanas, pero ya está terminada y será aprobada los próximos días. El objetivo principal de esta es alejar el carril de las fachadas de los edificios de la Imperial. Mientras que el proyecto inicial preveía distancias inferiores a un metro en algún punto, la nueva distancia mínima será de 5 metros.
La modificación del documento hecha por el actual gobierno, con ERC al frente, diferirá bastante en el recorrido del carril bici por la plaza Imperial con respecto al proyecto inicial, ideado por el anterior equipo ejecutivo, dirigido por el PSC. No obstante los cambios, los técnicos municipales han estimado|amado que el coste será lo mismo que estaba previsto: 463.235,14 euros. Además, el gobierno no sufre con la modificación de los plazos en referencia al peligro que corre la subvención del 60% de las obras, que se perdería si el 1 de diciembre no se hubieran acabado. Así pues, toda la atención se centra en la modificación del recorrido del carril que, eso sí, no ahorrará de ninguna forma la desaparición del quiosco.
En el CAP, menos de un metro
El punto más problemático en ojos del actual gobierno eran las escaleras de entrada en el CAPRambla Nova. Allí, el carril bici tenía que pasar a 96 centímetros, menos de un metro. El actual trazado está proyectado a 6,31 metros. Otros lugares con poco espacio entre la fachada y el carril tenían que ser la antigua Facultad de Letras (3,02 metros) o el quiosco después de un hipotético desplazamiento junto a la calzada (2,71 metros). Con el nuevo trazado, el punto más estrecho entre una fachada y el carril estará delante de la antigua Facultad de Letras, con 5,50 metros.
«Hay un cambio de filosofía para resolver errores intrínsecos», destacaba al consejero de Movilidad, Xavi Puig, en Diari Més. Con todo, el gobierno ha buscado alejar el carril de las fachadas para causar el mínimo impacto posible para los peatones, acercando el tráfico de bicicletas y patinetes en la calzada. La zona que sufrirá una remodelación más profunda será la Facultad de Letras, con una reordenación de la zona ajardinada y de los bancos, además de una ampliación de la acera que obligará a trasladar la parada del autobús hacia el interior de la plaza.
Otro cambio destacable será la textura podotàctil del suelo a fin de que los invidentes puedan detectar con seguridad el carril bici. La vía se pintará de forma cuadriculada en tres puntos, donde tendrá preferencia el peatón. Bicicletas y patinetes tendrán que seguir los semáforos para peatones, ya que no tendrán propios. La calzada que une el tramo final de la Rambla Nova antes de entrar en la plaza dejará de ser operativa para vehículos y pasará el carril bici, por lo que los vehículos tendrán que hacer la vuelta a la Imperial si quieren cambiar de sentido a la Rambla. Además, el carril no acabará delante del hotel SB Ciudad de Tarragona, sino que llegará a la avenida Roma, donde empezará el carril de Ponent en un futuro.