Urbanismo
Sant Salvador reclama una mejora de la conexión a pie con el centro
Los vecinos hace décadas que piden una dignificación del acceso del barrio por la N-240 para no tener que coger el coche o el autobús
Los vecinos de Sant Salvador vuelven a reclamar una mejora de la conexión para los peatones y usuarios de bicicleta y patinete desde este barrio periférico hasta el centro de la ciudad. Se trata de una reivindicación histórica de los habitantes de esta zona de Tarragona. Desde hace décadas, para los vecinos de Sant Salvador la opción más viable para llegar al núcleo urbano de la ciudad, a poco más de 3 kilómetros de distancia, es desplazarse por la N-240 –la carretera de Valls– con el vehículo particular o bien con el autobús municipal. Las alternativas existentes no son aptas ni ágiles para buena parte de los usuarios, ya que están pensadas para ser zonas de paseo y frecuentadas por deportistas. Con todo, el gran impedimento es la titularidad de la carretera. La N-240 llega al centro de Tarragona desde el norte. Es una carretera estatal que a la altura de Sant Pere i Sant Pau está cedida a la gestión municipal. Antes de este tramo –por lo tanto, a la altura de Sant Salvador- la carretera todavía es de titularidad estatal, porqueel Ayuntamiento no tiene capacidad de hacer trabajos de mejora.
«No dejamos de ser Tarragona», recordaba Toni Garcia. El presidente de la Asociación de Vecinos de Sant Salvador era muy crítico con el agravio histórico hacia la conexión con el centro: Aunque estamos a 3 kilómetros queremos un acceso digno. Es un espacio sin farolas ni aceras. No podemos ir andando hasta el centro. Estamos urbanísticamente abandonados», decía. «Es una demanda histórica que he recogido de todos los presidentes anteriores de la asociación de vecinos», apuntaba Garcia sobre una reclamación que es casi tan antigua como el mismo barrio de Sant Salvador.
Ante la imposibilidad de ir a pie por el arcén de la N-240 hasta el centro de Tarragona, los vecinos de Sant Salvador tienen que optar por alternativas poco cómodas. «Ahora es habitual que haya gente que corre o va en bicicleta por el camino al lado del Francolí, que es muy estrecho. O por la zona del Pont del Diable. Para mucha gente, la única opción es ir en coche o autobús hasta el centro. Eso es una desventaja con el resto de barrios, ya que muchos tienen un paseo o un carril bici», esgrimía Garcia. Así, los vecinos reclaman que se instale una alternativa no deportiva para peatones o usuarios de movilidad sostenible. «La idea de soterrar l'N-240 y hacer un vial hasta el centro es muy bonita, pero muy complicada. Sí que sería viable arreglar los arcenes y hacer aceras más anchas, o bien un carril bici», apuntaba Garcia, que añadía que otra opción podría ser «habilitar la continuación del camino desde el parque del Francolí».
Pocas esperanzas
«Somos realistas y creemos que continuará pendiente», lamentaba Garcia. El presidente del AVV Sant Salvador explicaba que «cuando ERC entró en el gobierno les hicimos tres propuestas: la dignificación de los Interblocs, la construcción de una zona polideportiva y la conexión con el centro». Garcia celebraba haber solucionado el primero y puesto hilo en la aguja con el segundo, pero no estaba esperanzado con el tercero. Los vecinos también lamentan el hecho de que el carril bici educativo entre Sescelades y la plaza Imperial Tàrraco no haya llegado hasta Sant Salvador: «Nosotros también tenemos universitarios y alumnos de escuelas e institutos de la zona. Se habría podido aprovechar». Cuando menos, el principal impedimento es que la N-240 a su paso por el barrio es de titularidad estatal y no municipal.