Patrimonio
La Arqueológica alerta del mal estado de conservación del camino de la Fonteta
Los restos romanos al final de la calle Eivissa, con elementos funerarios y de viviendas, están llenos de malas hierbas y de suciedad
La Reial Societat Arqueològica Tarraconense (RSAT) alerta de que los restos romanos del camino de la Fonteta, en Tarragona, se encuentran en muy mal estado de conservación. Situadas en un solar vacío al final de la calle de Eivissa y comprendido entre la calle de Francesc Bastos y la avenida de Vidal i Barraquer, estos restos están en peligro a causa del estado de casi abandono que sufren. El espacio es propiedad del Ayuntamiento de Tarragona y está lleno de matorrales, malas hierbas e, incluso puntualmente, desperdicios. Aparte de las construcciones que forman la reserva, los paneles informativos en los extremos del recinto, delante de la valla metálica, son prácticamente ilegibles a causa de las pintadas y su envejecimiento. Los restos se encuentran en la zona de la antigua necrópolis romana y cuentan con elementos funerarios y partes constructivas de villas en torno al camino –principal vía de acceso por la parte occidental–, que atravesaba el suburbio en el suroeste de Tàrraco y que conectaba la ciudad con el puerto.
En 2009 el consistorio acababa unas excavaciones en la reserva arqueológica de la calle Eivissa, de 1.400 m2 . En aquel momento, el Ayuntamiento aseguraba que las actuaciones «habían ratificado y evidenciado la importante potencia arqueológica así como museïtzable del espacio». El camino de la Fonteta también estaba incluido en el proyecto del entorno urbano de la Tabacalera, que tenía que ser arreglado en su totalidad. Más de una década después, el espacio no ha sufrido la mejora que se planteó en un primer momento.
Asegurar la conservación
«Queremos alertar del estado del camino de la Fonteta. Reconocemos que el Ayuntamiento ha hecho esfuerzos recientes en conservación, pero el patrimonio de Tarragona es muy grande y siempre hay sitios pendientes. Nuestra prioridad es asegurar la conservación de todo lo que tenemos», recalcaba Joan-Vianney Maria Arbeloa en declaraciones en Diario Más. El presidente de la Reial Societat Arqueològica Tarraconense apelaba a «evitar la degradación, ya que las raíces pueden estropear las estructuras e intoduir humedad», además de los «excrementos y orines de los animales de calle que pueda haber».
«No es un gran monumento, pero ayuda a explicar la ciudad y como se trataba la muerte en la época romana», detallaba Arbeloa sobre la importancia del camino de la Fonteta. Este lugar, aparte de estar habitado, contaba con múltiples elementos funerarios. En este sentido, este yacimiento se encuentra a poca distancia de la Necrópolis de Tàrraco –situada en el cruce de la avenida de Ramón y Cajal y el paseo de la Independencia–, por lo que «forma parte de este gran conjunto, del cual nos quedan trocitos, y es relevante conservarlos a fin de que la gente pueda entender cómo era el suburbio de Tàrraco entre los siglos I y V d.C.». A diferencia de la Necrópolis, sin embargo, los restos del camino de la Fonteta están «al aire libre y no en un recinto cerrado y, por lo tanto, expuestas a los animales, vegetación e inclemencias meteorológicas».
Otras actuaciones
Limpiar el espacio a fin de que la vegetación deje de estropear los restos sería la actuación más urgente, según la RSAT. Aparte, los paneles informativos «se tendrían que adecuar, tal como ya tiene previsto el Ayuntamiento» y «incorporar un código QR para quien esté interesado pueda ampliar la información», apuntaba Arbeloa. El presidente proponía otras actuaciones a medio y largo plazo: «El parking municipal del lado algún día se tendría que excavar para ver si hay continuidad. Sería una apuesta de futuro. Hay sitios en Tarragona con muy potencial arqueológico, como el entorno del Teatro, el del Anfiteatro o el eixample sur de la Rambla Nova».