Vecinos de Campclar denuncian que llevan casi dos años sin gas

Los vecinos de cinco edificios de la calle Riu Brugent de Campclar, junto a la plaza de Santa Tecla, denuncian que hace casi dos años que no disponen de suministro de gas. Las escaleras número 15, 16, 17, 18 19 y 20, que la mayoría son propiedad de la Agència de l'Habitatge de Catalunya (AHC), están sin suministro de gas desde noviembre de 2019 a causa de un intento de conexión fraudulento en la cañería del gas. Los vecinos, ante la inacción de la administración para solucionar la problemática, han tenido que instalar por su cuenta calefactores eléctricos, vitrocerámicas u hornillos, con el coste añadido que eso tiene en la factura de la luz.

El Parlament de Catalunya, en este sentido, aprobó el pasado 22 de septiembre una resolución presentada por el PSC en la cual instaba al Govern de la Generalitat a «reparar, en el plazo de un mes, el suministro de gas» en los edificios en cuestión. El texto, que fue debatido en la Comisión de Derechos Sociales de la cámara catalana, también instó a la Generalitat a «limpiar y reparar la zona afectada por el incendio del cuadro eléctrico del edificio número 8 de la plaza de Santa Tecla», después de que el fuego, que lo estropeó, obligara a sus vecinos a ser realojados en plena pandemia de covid.

«Mi madre hace casi dos años que cocina con un hornillo y, tanto ella, como mi abuela han tenido que instalar una caldera eléctrica», lamenta Rubén Regidor, un vecino del barrio que ha vivido en los bloques afectados. Su madre, su abuela y su tía han visto un incremento del precio de la factura de la luz a consecuencia de no tener gas. «Eso es una vergüenza, llevamos casi dos años sin gas. Si eso hubiera pasado al centro de Tarragona no estaríamos así», denuncia al vecino. «Nos tienen abandonados de una manera impresionante, la excusa que nos dan es que no lo arreglan perque hay algunos pisos ocupados en el edificio, pero mi abuela lleva pagando religiosamente el alquiler durante 42 años», recuerda.

Regidor explica que, a pesar de «el interés que han mostrado a algunos políticos» como Salvador Illa, que visitó el barrio durante la campaña, Rubén Viñuales o Carles Castillo por la situación de los vecinos de los edificios, la problemática todavía no se ha resuelto. Los vecinos también denuncian la falta de mantenimiento de los edificios por parte del AHC. «A veces mi abuela no puede salir a la calle porque no funciona el ascensor», critica al vecino, que también reclama «que busquen soluciones ya, no queremos más excusas, ya llevamos casi dos años así. Se está pagando un alquiler y la AHC se tiene que hacer responsable, no se pueden lavar las manos de esta manera», dice. El vecino de Campclar recuerda la situación «complicada» que sufrieron los vecinos cuando el incendio, en pleno confinamiento, afectó al cuadro eléctrico del edificio y se tuvieron que realojar una quincena de familias afectadas. «Tuvimos que hacer uso de las redes sociales para reivindicar nuestra situación, ya que no nos permitían hacer ninguna manifestación», expone.

«Hemos tenido que comprar e instalar la caldera eléctrica y otros aparatos, ¿quién me devolverá todo lo que me he gastado por culpa de la falta de gas?, porque lo quitaron de la noche a la mañana», denuncia Sheila Trabalón, una vecina del número 19. «Cuando estuvo el incendio al cuadro eléctrico también se rompieron unos cristales de mi casa y se sopló la puerta de entrada por el humo. No me pagaron nada, lo tuve que pagar yo. Aquí nadie paga nada», denuncia a la vecina. Su escalera, además, quedó sin electricidad durante el confinamiento después de un incendio al cuadro de contadores en que obligó a realojar a los vecinos durante dos semanas. «Cuando otorgan los pisos, les dan bien equipados, con cocina y todo, en cambio aquí, a pesar de ser de una empresa pública, nos lo tenemos que pagar nosotros», lamenta Trabalón. «Si los pisos son de la administración, los tendrían que arreglar», afirma.

«No se han dignado a venir a preguntar qué ha pasado. Alguien manipuló los contadores y a raíz de aquello empezó todo. A estas alturas, todavía no se han dignado a arreglarlo», dice Martirio Camacho, la presidenta de la escalera. Camacho ya presentó varios escritos a la ACH, pidiendo que le arreglen una serie de desperfectos de su casa, como una persiana que tiene rotura desde hace meses y que le impide descansar correctamente o el hecho que ninguna de las ventanas que le instalaron cerraba correctamente. «La persiana de la habitación se me ha roto y no puedo descansar a las mañanas porque me entra la luz y no la puedo bajar. Yo llevo aquí cuarenta años pagando religiosamente y ahora, cuando cobre la pensión, me tocará pagar a mí para que la reparen», lamenta la vecina.

La presidenta de la escalera también va denunicar a los Mossos d'Esquadra algunos de los destrozos que ha sufrido la comunidad, como la rotura del vidrio|cristal de la puerta de entrada en el portal, que sigue sin reparar el día de hoy. Camacho lamenta algunos episodios de vandalismo que se han producido en la comunidad en los últimos años, como los destrozos en la escalera. «Aquí también hay mucho vandalismo, nos rompieron los cristales del portal», explica. «Si no nos hacemos cargo nosotros de nuestras cosas, nadie lo hace», critica.