Talan árboles de la avenida de Roma de Tarragona para trasladar las paradas de autobús

La avenida de Roma ha cambiado ligeramente de aspecto desde el pasado miércoles. Siete árboles de esta vía circulatoria de Tarragona han sido talados con el fin de dejar espacio para las marquesinas de dos paradas de autobús. Los tramos afectados están ante la Quinta de Sant Rafel, en dirección al Francolí, y al lado del Parc Central, en dirección a la plaza Imperial Tàrraco. Esta actuación se corresponde a la reordenación viaria que sufrirá la avenida Roma las próximas semanas. Hasta ahora, los autobuses tenían que circular por los carriles laterales, segregados de los carriles centrales y separados por un parterre con una hilera de árboles. Cuando el carril bici educativo, que llega hasta la plaza Imperial Tàrraco, entre en funcionamiento, las paradas de autobús de la avenida Roma se trasladarán del exterior en el interior, ya que bicicletas y patinetes tendrán preferencia en los carriles laterales.

La eliminación de los árboles ha causado cierta polémica entre vecinos de la zona. En un principio se había previsto la tala de nueve unidades, pero finalmente sólo ha habido que retirar siete. El 5 de noviembre es la fecha marcada por el Ayuntamiento de Tarragona para tener el carril bici educativo –que enlaza el campus Sescelades de la URV y la plaza Imperial Tàrraco- acabado y, en consecuencia, la entrada en funcionamiento tendría que producirse justo después. Será entonces cuando las marquesinas de autobús en la avenida de Roma se trasladen hacia los carriles centrales. En los parterres ya no hay árboles y tendrían que ser arreglados y enladrillados pronto.

El carril bici educativo como tal acabará en la plaza Imperial Tàrraco. De hecho, allí el trazado ya se deja ver con claridad y los trabajos avanzan a buen ritmo. No obstante, el carril pintado de rojo acabará allí y no discurrirá por la avenida de Roma. En esta vía, las bicicletas y patinetes circularán por los laterales y a la calzada tan sólo se dibujará la señalización para indicar que se trata de un espacio por donde tienen que circular estos vehículos. Los usuarios de movilidad sostenible tendrán que convivir, eso sí, con los vehículos de motor –que seguirán teniendo una fila de aparcamientos–, excepto los autobuses.

La avenida de Roma será en un futuro un punto clave, ya que unirá el carril bici educativo, que está a punto de ser acabado, con el futuro carril bici que enlazará los barrios de Ponent con el centro a través del puente del Francolí.