La reforma de la facultad de Educación y Psicología de Tarragona se iniciará en el 2023

La rectora de la URV, María José Figueras, ha reiterado que era necesario replantear el proyecto inicial, que se tuvo que detener. El nuevo proyecto, que se costea con fondos propios, opta en el fondo europeos del Next Generation, en materia de mejora energética. «Queremos que el edificio esté en mejores condiciones, es de los años 70», ha recordado Figueras. Aunque el análisis estructural ha confirmado que conserva una estructura firme que permitiría ampliarse con más plantas, es una opción que se descarta por motivos presupuestarios.

El gasto ejecutado hasta ahora ha sido de 1.451.000 euros -un millón y pico en el proyecto anterior y 266.000 euros en la reforma de lavabos, pintura, jardinería, etc. -, mientras 5,1 millones euros son los recursos reservados para rehabilitar la facultad, en tres fases de ejecución. La primera fase se licitará el próximo año y se irán ejecutando, año por año, hasta el 2025. «Tiene que ser una obra polivalente, si en un momento determinado se acabaran las obras del campus Cataluña, el espacio se pueda utilizar por|para cualquier otra cosa», ha concluido.

Más mujeres que hombres en la URV

La URV también ha presentado el último informe de género, correspondiente al año 2020, en el que se constata el incremento progresivo de mujeres en la universidad. El 51% del profesorado de la URV son mujeres -mientras que en el 2007 representaban el 41%. «Hemos llegado a la igualdad, pero hay muchos ámbitos de mejora», apunta a la rectora. Así, sólo ocupan el 27% de las cátedras -esta cifra en el 2007 era del 18%. La desigualdad de género también se visualiza en la investigación. En grupos de investigación, un 41% de los proyectos son liderados por mujeres. Y sobre los reconocimientos «honoris causa», las mujeres representan un 19% -frente el 81% de hombres.

Con respecto al alumnado, un 60% de los grados son cursados por chicas, un porcentaje den matriculaciones que se mantiene igual en los últimos cinco cursos académicos. Se evidencia, sin embargo, un interés creciente de las mujeres por estudios del ámbito STEM -ciencias, tecnología, etc. -, tradicionalmente masculinizados. También se constata que la covid alteró el ritmo académico de las estudiantes de doctorado. Un 51% de las matriculaciones son mujeres, pero el porcentaje de tituladas cae hasta el 41%. «Durante la pandemia la mujer se ha sentido más con la obligación de cuidar de la familia y ha pospuesto la defensa de la tesis por falta de tiempo», opina Figueras.