Admiten un error en el carril bici de Tarragona en su tramo por Marquès de Montoliu

El nuevo carril bici de Tarragona podría llegar todavía más tarde de lo previsto a causa de un error organizativo. En la zona de la calle Marquès de Montoliu, algunos usuarios han denunciado la presencia de abolladuras y agujeros en el pavimento, los cuales no se habrían tapado antes de pintar el nuevo carril.

Así lo denunció un usuario a través de la plataforma Twitter , donde apuntó: ¿«Cómo se puede dar por bueno el tramo del carril bici de la calle Marquès de Montoliu, con el firme lleno de agujeros y abolladuras? Hoy casi me dejo los dientes. Miradlo, porque son agujeros y abolladuras realmente grandes y peligrosas». A eso, también añadió la pregunta: «Si ya está pintado de rojo, no creo que lo asfalten, ¿no? ¡Ya sería de traca! Y a mí me gusta el carril bici, pero hagámoslo bien, ¿no?» previendo el problema de gestión que podría haber por parte de la empresa encargada de las obras.

El Ayuntamiento culpa a la empresa

El consejero de Movilidad y Sostenibilidad, Xavier Puig, contestó al usuario a través de la misma plataforma, asegurando que «eso ha pasado porque el carril es pintura, obra civil y señalización, no nueva pavimentación. Por eso pintaron “a las bravas” cuando, es obvio, aquí hacía falta reparación previa.». Por su parte, en declaraciones en el DiariMés, el consejero aseguró que ha habido un problema de organización por parte de la empresa que gestiona las obras del carril. «Lo que ha pasado aquí es que el carril bici es la suma de tres elementos: pintura, señalización y obra civil. Pero no la pavimentación; es decir, no habrá una nueva pavimentación para todo el carril bici, encarecería mucho el proyecto –ha costado cerca de los 450.000 euros–», exponía. Además, quiso justificarse asegurando que se trata de un problema localizado en la zona de Marquès de Montoliu, y que «el asfaltado está en buenas condiciones encasi todas partes, y se puede aprovechar». «Sí que es cierto que hay algún tramo donde hay dos o tres agujeros bien vistosos que no son nada adecuados, no sólo por un problema de estética, sino que también lo es de seguridad», admitía el consejero. Además, se puso a él mismo de ejemplo: «Con un patinete eléctrico, yo que lo he utilizado algún día, con las ruedas pequeñas y las amortiguadores duros que tiene, con el mínimo objeto que te encuentras por el suelo, te empieza a temblar la cabeza y lo ves todo borroso. Entonces provoca un peligro, y es obvio que se tiene que arreglar». Según sus declaraciones, será la empresa encargada de las obras la que se tiene que hacer responsable de asegurar que estos agujeros y abolladuras dejen de existir, aunque el pavimento ya esté pintado. «El tema es que pintando, pintando... Lo pintaron todo, y quizás el operario tendría que haber avisado de que allí el asfalto se tenía que revisar. No lo hicieron en su momento, pues lo harán ahora, no pasa nada». Puig quiso remarcar que los gastos que comportarán de más estas reparaciones irán a cargo de la empresa, es decir, no supondrá ningún sobrecoste para el Ayuntamiento.

Posible retraso

Con respecto a la fecha de entrega –la cual ya se demoró después de la polémica con el quiosco de la Imperial–, podría volver a sufrir un retraso. «La empresa es la que nos tiene que decir que no llega a la fecha acordada, de momento esta comunicación no se ha producido. Eso sí, no aceptaremos el carril bici hasta que esté bien pavimentado todo», remarcó Monte en sus declaraciones.