Vía pública
Vecinos de Bonavista denuncian la presencia de ratas cerca de la escuela
El Ayuntamiento está manteniendo conversaciones con el propietario del descampado afectado
Vecinos del barrio de Bonavista denuncian la presencia de ratas cerca de la escuela Joan XXIII. Se trata de un descampado de propiedad privada, y el cual ha sufrido una degradación con el paso del tiempo, que lo ha llevado a su mal estado actual.
Se trata de un solar en el cual se han ido acumulando tanto residuos que han tirado los mismos ciudadanos, según fuentes vecinales, como hierbas y árboles y bichos que se han ido reproduciendo.
Según ha explicado la presidenta de la Asociación de Vecinos de Bonavista, Loli Gutiérrez, en declaraciones al DiariMés, se trata de un «descampado al lado de la escuela por donde pasan muchos niños cada día». «No puede ser que haya ratas y basura en un espacio que está tancerca de un centro escolar», remarcaba Gutiérrez.
No sólo supone un peligro para todos los niños que van a clase, sino que también por los edificios de los alrededores. De hecho, una vecina del barrio, habitando en uno de los edificios próximos al descampado, Rosa García, aseguró al DiariMés que «hay árboles que ya superan las tres plantas de mi bloque... Y nos da miedo que las raíces nos levanten el suelo». «Aparte de las plagas de ratas y otros bichos, hay basura de la gente que tira; desde que se cerró, no se ha limpiado, y ya hace como unos 15 años o más», remarcaba García.
La presidenta de la Asociación de Vecinos aseguró que este problema ya había sido comunicado al Ayuntamiento de Tarragona «en muchas ocasiones», pero que todavía no habían sabido encontrar solución. «El hecho de que sea de propiedad privada dificulta mucho los trámites... Yo sé que el Ayuntamiento se esfuerza, pero de momento no encuentran la manera», explicaba Loli.
El Ayuntamiento de Tarragona, por la parte que le corresponde, ha asegurado que tienen conocimiento del caso, y que desde el pasado mes de octubre están trabajando.
Para ser más exactos, el día 11 de octubre, un técnico municipal de Medio Ambiente realizó una inspección del entorno, a partir de la cual solicitó una limpieza del terreno. Esta fue comunicada al propietario del solar, el cual recibió correctamente la notificación y transmitió al consistorio la voluntad de hacer un posible cierre de la finca para evitar que esta situación se repita. El Ayuntamiento, por su parte, se mantendrá pendiente del caso y, si el propietario no actúa antes del plazo fijado por la institución, recibirá una primera multa coercitiva.