La reordenación de Torres Jordi crea caos circulatorio en horas punta

El corte parcial al tráfico de la calle Torres Jordi provoca colas importantes en diferentes momentos del día, sobre todo en horas punta, situación que trastoca la normalidad de los vecinos de la zona.

Las obras de construcción de un edificio entre las calles Torres Jordi y Manuel de Falla obligaron a reorganizar el tráfico en Torres Jordi. En este sentido, los dos carriles de circulación por lado en algún tramo quedaron reducidos a uno por sentido de circulación, mientras que se ganaba espacio para aparcar.

La circulación por el tramo entre el paseo de la Independencia y Vidal y Barraquer sólo está permitido para vecinos, pero eso no exime que en ciertas horas se produzcan colas. Uno de los vecinos afectados por la remodelación, Jordi Gil, explicaba que «cuando sales por la mañana para ir a trabajar o bien a las horas de llevar o ir a buscar a los chiquillos el atasco en el primer semáforo es considerable».

El problema se crea con un primer atasco en el semáforo que permite girar hacia Vidal y Barraquer en sentido izquierdo. «Cuando este semáforo está en rojo, sólo con que se paren tres vehículos, ya provocan que el segundo semáforo, el más interior, por mucho que se ponga en verde no te deje avanzar porque tienes estos vehículos parados», explicaba Gil.

«Antes, cuando había dos carriles, si querías ir recto hacia la calle Real o hacia el Serrallo te ponías en el de la derecha y no había ningún problema, ahora sólo tienes un carril que choca con el otro semáforo doble que, como no está sincronizado, no te permite avanzar y provoca el caos», decía el vecino de la zona.

Además, a eso hay que sumar que aunque la calle está cortada a la circulación en general, sí que se permite la entrada de los vecinos, evidentemente y así, cuando estos quieren entrar en la calle Josep Català Rufà, muchas veces también tengan que sufrir la cola de Torres Jordi que se lo impide.

Reorganización temporal

«Eso pasa cuando todavía no han acabado las obras del edificio y somos menos gente circulando, no me quiero imaginar qué pasará cuando las obras finalicen y todo el mundo pueda circular», reflexionaba Gil. Y es que los vecinos dan por hecho que la reordenación de la calle se quedará tal como está, por lo tanto, con sólo dos carriles de circulación, uno por sentido. «Están muy bien pintados los carriles para aparcar», decía Gil.

Desde el área de urbanismo del ayuntamiento no se asegura de que la reordenación de la circulación sea definitiva.