Judicial
La Fiscalía de Tarragona pide dos años y un mes de prisión para traficar con anabolizantes
El acusado estuvo dos años vendiendo sustancias prohibidas sin licencia y sin formación sanitaria
La Fiscalía de Tarragona pide dos años y un mes de prisión para un joven de Tarragona aficionado al culturismo que se dedicaba a la importación y venta de sustancias anabolizantes prohibidas en el Estado. El acusado habría recibido paquetes con estas sustancias valorados en un mínimo de 30.000 euros.
Los hechos se remontan a los años 2018 y 2020, cuando el joven, que no tenía ningún tipo de formación sanitaria ni licencia, habría importado de Portugal sustancias anabolizantes y medicamentos no autorizados. Se presume que el joven, aficionado al culturismo, hacía su distribución por gimnasios que frecuentaba. Para hacer los pedidos de los medicamentos utilizaba el teléfono móvil de otra persona que la investigación demostró que no tenía nada que ver con la trama.
De julio de 2018 a enero de 2020, el joven recibió a través de dos empresas de mensajería 50 paquetes de sustancias y medicamentos no autorizados. Aparte, fue directamente a Portugal tres veces, llevando diferentes paquetes con botellas y viales de anabolizantes y vitaminas prohibidas en el Estado. Finalmente, el 15 de julio del 2020, el joven fue detenido por la Policía Nacional, después de recoger dos paquetes más importados de Portugal con un valor total de casi 3.000 euros.
Estos paquetes llevaban medicamentos como Genx Tropin, Decabdol, Geranabol, Citomed, Aromasim, Pregnyl, Parabolic o Trene, la mayor parte de ellos complementos musculares cuya venta no está permitida. La Fiscalía tiene muy en cuenta que la venta de estas sustancias «constituye un riesgo para la salud de las personas, ya que se desconoce la calidad de sus ingredientes», según el escrito de conclusiones provisionales. Para el fiscal también es especialmente grave que no se sepa nada de las empresas implicadas en la fabricación de los medicamentos, ni de qué estándares de referencia se utilizaron para su elaboración, almacenaje y conservación.
Aparte, en el análisis de algunas de las sustancias se encontraron también microorganismos que habían contaminado los medicamentos.
La Fiscalía, pues, acusa el joven de un delito contra la Salud Pública, pidiendo una pena de dos años y un mes de prisión y una multa de nueve meses, con una cuota diaria de diez euros, aparte de una inhabilitación especial para la importación, exportación, venta o distribución de productos farmacéuticos.