Medio Ambiente
Los contenedores cerrados de Tarragona permiten alcanzar el objetivo de recogida selectiva
La implicación de la ciudadanía y el esfuerzo de los educadores medioambientales contribuyen a que la ciudad vaya por el camino correcto marcado por la UE para el 2025
Tarragona va por el camino de alcanzar el objetivo de la recogida selectiva de basura para el año 2025. Así lo declaró el concejalde Limpieza, Jordi Fortuny, en conversaciones con el DiariMés. Según relataba el concejal, la Unión Europea estableció el 55% de recogida selectiva en las ciudades, y Tarragona «¡ya supera el 50%!». «Eso es gracias al sistema de los contenedores con tarjetas que se ha instaurado en Cala Romana, en el Serrallo y en Bonavista,» explicaba Fortuny, remarcando que este hito se ha conseguido «¡con sólo tres barrios! ¿Qué cifras conseguiremos cuando el sistema se instale en más partes de la ciudad»?, se preguntaba irónicamente.
De esta manera, se habría pasado de un 33,51% de recogida selectiva que se registró el pasado 2020 a superar el 50% a finales del año 2021, y quedando a poco camino de alcanzar el objetivo marcado de aquí a 2025.
La ciudad de Tarragona cuenta en estos momentos con seis educadores medioambientales: cuatro de lunes a viernes, dos el fin de semana y uno en el centro de desechería móvil. Tal como relataba la técnica de medio ambiente en declaraciones a esta redacción, «estas personas hacen trabajo de hormiguitas». Los educadores medioambientales trabajan «comercio por comercio, escuela por escuela...» conociendo las necesidades de cada uno y buscando cuál es la mejor solución para poder facilitar la recogida selectiva. Desde el consistorio aseguran que todos los comercios están obligados a adherirse a la campaña de recogida selectiva que se impulsa desde la concejalía, con el fin de alcanzar el objetivo de reciclar más y llevar menos resto a quemar a las incineradoras.
Las empresas de Tarragona ciudad disfrutan de la recogida puerta a puerta, con locual tienen que depositar un residuo determinado en la puerta dependiendo del día de la semana con un contenedor que les proporciona el Ayuntamiento. La tarea de los educadores ambientales es revisar estos contenedores con el fin de detectar selecciones mal hechas. «Si en un contenedor de cristal detectamos un resto orgánico, por ejemplo, cerramos el contenedor, ponemos un aviso en la tapa para que el camión no lo recoja, y se habla con el propietario para que vigile más a la hora de hacer el tratamiento de los residuos». Además de estas inspecciones antes de efectuarse la recogida, también se hacen revisiones de bolsas después de haberse cogido del contenedor. «El Ayuntamiento tiene potestad sancionadora sobre la ley de residuos. Si encontramos algún indicio en la bolsa de basura de quien ha hecho mal aquel tratamiento, podemos multarlo», relataba la técnica del consistorio. Este caso ya se ha dado con más de un negocio del barrio de Bonavista, por ejemplo, donde se ha instalado la prueba piloto para los contenedores con tarjeta. «Es muy fácil detectar las empresas, ya que abres una bolsa de basura industrial, y puedes detectar su marca rápidamente», explicaba la experta en tratamiento de residuos. Así, la idea de la recogida puerta a puerta comercial, a largo plazo, es «eliminar los comercios de los contenedores públicos para evitar colapsos. Y, si no se puede hacer, adaptarnos a los contenedores cerrados».
En el ámbito doméstico, la forma de controlar la recogida selectiva es a través de los contenedores cerrados con tarjeta. «Las pruebas piloto que se están haciendo enCala Romana, el Serrallo y Bonavista están funcionando muy bien, y la idea es que este sistema se acabe implantando en toda la ciudad», explicaba el concejal Fortuny, además de añadir que «estamos a la espera de la licitación de la nueva empresa encargada de la limpieza para seguir ampliando la instalación de estos contenedores». En esta línea, la técnica del consistorio explicaba que el Ayuntamiento pidió una «subvención a la Agencia Catalana de Residus para seguir haciendo pruebas antes de la llegada de la nueva empresa, de manera que podremos experimentar si vamos por buen camino con los proyectos que tenemos entre manos, como pueden ser la recogida de aceite o de ropa». Con eso, Fortuny añadía que «quizás nos animamos antes y continuamos el próximo año instalando los nuevos contenedores en otro barrio».
Con la nueva licitación también se espera solucionar un problema actual, y es que la recogida puerta por puerta de uso comercial no llega a toda la ciudad. «Ahora mismo sólo aceptamos que se adhieran más comercios si están dentro de la ruta que hace el camión de recogida, porque no nos podemos permitir perder tiempo, vamos saturados de trabajo», lamentaba la técnica de medio ambiente. Aparte de este requisito, también se esperarecoger muchas nuevas impresiones a través del proceso participativo que los mismos educadores están llevando a cabo. De esta manera, «recibimos percepciones de los ojos de ciudadanos, que no son las nuestras y que, muchas veces, ven aspectos que nosotros no, y que también tienen que mejorar con la nueva empresa», aseguraba Fortuny.
El concejal de Limpieza quiso remarcar el «buenísimo trabajo» que están llevando a cabo los técnicos y educadores medioambientales del Ayuntamiento con los comercios y los ciudadanos. «Los buenos resultados lo demuestran, y todo es fruto de un trabajo hecho con mucho entusiasmo e implicación», remarcaba.