Patrimonio
El Ayuntamiento de Tarragona no descarta el derribo de la parte nueva del Anfiteatro
Sale a concurso el estudio para la rehabilitación de la gradería, con un presupuesto de dieciséis mil euros y un plazo de dos meses
El Ayuntamiento de Tarragona ha sacado a concurso la redacción del informe que tendrá que analizar las posibilidades de rehabilitación de la gradería del Anfiteatro Romano, cerrado al público desde el 2019. Sin embargo, entre las diversas opciones que prevé el documento de convocatoria, se incluye la posibilidad de derribar «la totalidad de la gradería reconstruida».
Concretamente, el Área de Patrimonio pide el análisis de cuatro opciones, tres de ellas centradas en la rehabilitación de las graderías dejando abierta la opción de derribar la parte superior de este elemento e incorporando medidas de seguridad y de accesibilidad. La cuarta opción, según el documento, consiste en «el derribo de la totalidad de la gradería reconstruida».
Hay que recordar que esta parte del Anfiteatro no es la original romana. La obra fecha de los años setenta, cuando se decidió hacer una actuación que ayudara a comprender la totalidad de los vestigios y no sólo las partes que se habían conservado hasta entonces.
Con todo, desde que hace unos años se comprobó la inestabilidad de este sector del monumento, se ha mantenido la incógnita sobre si hace falta emprender reparaciones parciales o bien derribar la coletilla nueva, por razones de seguridad pública.
Con el informe que ha encargado el Ayuntamiento se quiere disponer de criterios técnicos que documenten cada una de las opciones, antes tomar una decisión definitiva sobre el futuro de esta pieza significativa del patrimonio y encarar el inicio de los trabajos. El consistorio ha dedicado un presupuesto de licitación de 15.911, 50 euros y un plazo de realización del estudio de dos meses. El plazo para la presentación de las propuestas se acaba el 10 de diciembre.
Se pide, específicamente, que opten a la adjudicación equipos encabezados por un ingeniero o arquitecto con conocimientos en el campo de estructuras y recuperación patrimoniales, arqueólogos y especialistas en conservación y restauración de bienes culturales.
El concejal de Patrimonio, Hermán Pinedo, ha indicado que impulsan este estudio «con el fin de buscar soluciones técnicas que nos permitan recuperar las graderías del Anfiteatro Romano. Es importante que esta parte del monumento sea segura y accesible, por lo tanto es una prioridad encontrar una solución para las patologías existentes».
Pinedo insiste en el hecho de que esta actuación «se enmarca en los trabajos de conservación y rehabilitación del Anfiteatro, y tiene como objetivo volver a abrir esta parte tanto importante del monumento».
En la actualidad, los visitantes pueden acceder a la arena central, pero no a las partes construidas que lo rodean.
En cualquier caso, el hecho que el derribo total o parcial de las graderías de nueva construcción, que no menciona al concejal, sea admitido como una de las posibilidades en la convocatoria del concurso, deja la puerta abierta a todo tipo de soluciones y, también, de polémicas ciudadanas, ya que la actual imagen del Anfiteatro se ha consolidado entre la ciudadanía, aunque no se pueden dejar de lado las medidas de seguridad para acceder en el recinto público, ni tampoco el valor patrimonial de las intervenciones en monumentos históricos.
De acuerdo con las previsiones, a principios del año que viene se conocerán las opciones técnicas con que cuenta el Ayuntamiento, que después tendrá que decidir.