Unzué: «Nos tenemos que tirar en la piscina, intentarlo todo siempre»

El exfutbolista Juan Carlos Unzué, quien fue portero de la Sevilla o el FC Barcelona, entre otros, ofreció ayer una charla en las jornadas Port Solidari bajo el lema Aprendizajes de la vida . Unzué transmitió su experiencia como jugador y entrenador de fútbol, pero sobre todo lo hizo desde una visión global de la vida con el ELA como protagonista, enfermedad que le fue diagnosticada en el 2020. «Nos tenemos que tirar a la piscina, tenemos que intentarlo todo siempre», invitaba Unzué a todos los asistentes que lo escuchaban atentamente.

Juan Carlos Unzué nació en 1967 y fue portero de equipos de Primera División como FC Barcelona, Sevilla y Osasuna, entre otros. Posteriormente, colgó los guantes y fue entrenador de porteros al Barça cuando Pep Guardiola era entrenador y ganó el sexteto. También fue segundo entrenador al Barça con Luis Enrique y después emprendió su aventura al frente de los banquillos en solitario en equipos como el Celta de Vigo o el Numancia. «Soy un privilegiado por haber podido hacer de mi afición mi profesión», decía ayer Unzué, quien añadía que «además, el fútbol es un deporte de equipo que te aporta valores que después te acompañan toda la vida, sol no puedes hacer gran cosa, pero en equipo lo puedes hacer todo».

El año 2020, con 53 años, se le detectó que sufría ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), una enfermedad neurodegenerativa poco conocida por todo el Estado donde hay unas 4.000 personas afectadas, según datos de la Fundación Miquel Valls que también estuvo presente en la charla. De estas, unas 350 son de Catalunya. «Con todo, calculamos que en Catalunya hay unas 1.350 personas afectadas por la enfermedad, ya que no es sólo el paciente, sino también todo el entorno del que sufre ELA», decía Ana Rigola, de la fundación.

«Disfrutar del trayecto»

Unzué comentaba ayer que, cuando le notificaron que tenía ELA, actuó «igual que el día antes de saberlo». El exportero siempre ha ido con una sonrisa enla cara y la enfermedad no lo ha cambiado nada y, esta sonrisa, es una motivación más para Unzué, tal como explicaba ayer: «Mi mujer me dice que lleva bien la situación porque yo lo llevo bien, para mí eso es una motivación por estar bien, intento tenerlo presente siempre en mi cabeza». El exentrenador invitaba ayer a los asistentes a «disfrutar tanto como se pueda del presente, porque ponerse objetivos es positivo, pero hay que disfrutar del trayecto hasta conseguirlos,» y lo argumentaba con una experiencia suya cuando era segundo entrenador del Barça: «Justo después de ganar la Champions, que suponía el segundo triplete azulgrana, los capitanes vinieron a hablar conmigo en el avión para convencer a Luis Enrique de qué no se marchara, porque decían que todavía tenían mucho para disfrutar con nosotros». «Este es el mejor ejemplo de lo importante que es disfrutar del trayecto hasta conseguir lo que queremos, porque si sólo pensamos en el objetivo, cuando lo tengamos lo único que haremos será pensar en el siguiente».

En esta línea, el ponente llamaba a todos a ser «valientes y atrevidos porque cuando miramos atrás vemos que, como mínimo, intentamos aquello que queríamos», y añadía que «porque si no somos valientes, cuando miran al pasado nos pondremos tristes pensante por qué no fuimos valientes, por no haberlo intentado, por no habernos tirado a la piscina». «En todos los cambios que hacemos nos sentiremos novatos primero, pero si sale bien lo podremos disfrutar y, si no va como nos habíamos pensado, podremos aprovechar esta nueva experiencia para seguir creciendo y aprendiendo, no nos tenemos que quedar con ganas de nada».

Por su parte, el presidente del Puerto, Josep Maria Cruset, también reflexionaba que «tendemos a pensar que estaremos siempre y con las mismas condiciones, pero el tiempo pasa y, de vez en cuando, nos tenemos que parar para evitar convertirnos en hámsteres dentro de una rueda».