Las reformas en el polígono Francolí de Tarragona quedan pendientes de los presupuestos

Las obras en el polígono Francolí peligran a la espera de la aprobación de los presupuestos para el próximo año 2022. Según el concejal Xavier Puig en declaraciones a DiariMés el proyecto en el cual quieren destinar 800.000 euros podría ser que no se pudiera llegar a realizar por la inestabilidad que se prevé en los presupuestos del año próximo. Tal como relató el concejal, el gobierno municipal no contempla esta opción, ya que la reforma del polígono Francolí supondrá un gran cambio en la movilidad de Tarragona, sobre todo en su entrada desde los barrios de Ponent. ¿«Por qué tendríamos que hacer esperar una obra tan importante»?, se preguntaba irónicamente Puig. A pesar de eso, desde el consistorio ya tienen preparadas algunas alternativas para poder salir adelante en caso de que los nuevos presupuestos sean aprobados. «Podríamos pedir financiación externa, como puede estar a la Unión Europea, una subvención Next Generation ... La voluntad es que los presupuestos lo incluyan, pero seguramente una parte de esta acción se tendrá que financiar». Además, según el concejal, prevén tener algunas cantidades de dinero de otros presupuestos que también les pueden ayudar a pagar el alto coste de estas reformas.

Las futuras obras están actualmente en manos de una empresa, la cual se encuentra redactando el proyecto desde este otoño. «El proyecto se está redactando después de muchas conversaciones entre la empresaencargada y técnicos municipales con los principales actores del polígono, los cuales nos pueden transmitir en primera persona cuáles son sus necesidades», aseguraba Puig.

Un nuevo polígono en cinco años

«Realmente, cada año se hacen inversiones modestas en los polígonos», declaraba Puig, asegurando que hacen falta inversiones de gran calibre como esta para recuperar su buen estado, con la previsión que «dentro de cinco o seis años» tengamos los polígonos acabados y renovados.

Según Puig, una de las primeras intervenciones que se esperan es por parte de la empresa Bricomart, la cual se instalará en el barrio de Icomar. En el momento que se instale en la ciudad, esta tendrá que destinar cerca de un millón de euros para crear una rotonda que reordene la circulación a la entrada de Tarragona desde los barrios de Ponent, donde actualmente hay una «ordenación caótica» según el concejal. Al mismo tiempo, tendrá que mejorar el acceso de peatones hasta las instalaciones, de manera que contribuirá con su llegada en la mejora de la ciudad.