Investigadores del ICIQ estudian cómo convertir basura en nuevos plásticos
El objetivo es descubrir cómo pueden obtener polímeros a través de residuos para transformarlos en nuevos productos con valor añadido
El InstitutCatalàd'InvestigacióQuímica (ICIQ), con su sede en Tarragona, está investigando un nuevo proceso sobre cómo transformar residuos en polímeros, que son los principales componentes del plástico, para entrar en una economía circular sostenible. Este estudio se encuentra en el marco del proyecto TRIPyr , del cual forman parte un total de siete organizaciones de las dos lados de los Pirineos: Catalunya, Aragón, Navarra y el sur de Francia. Estas instituciones tienen el objetivo de mejorar la calidad del medio ambiente transformando algunos residuos industriales tóxicos en productos con valor añadido y atractivos de nuevo por el mercado, como pueden ser polímeros.
Según explicaba en declaraciones al DiariMés el químico líder del grupo de investigación del ICIQ y profesor ICREA, Arjan Kleij, se trata de un proceso con el cual se quiere llegar a una «economía y química circular». «Este modelo sostenible es hacia donde tenemos que ir, porque, si no, las próximas generaciones tendrán una vida mucho más difícil», señalaba Kleij, apuntando al hecho que «actualmente dependemos demasiado del petróleo, y ahora tenemos que caminar hacia las energías renovables».
ElTRIPyr se centra en investigar, a través del proceso de catálisis, cómo podemos revalorizar las fuentes de residuos. El objetivo principal es «utilizar estos residuos para transformarlos en algún producto por el cual la industria vuelva a estar interesado, que vuelva a tener un valor añadido,» según el líder del grupo de investigación del ICIQ. De esta manera, sectores como la industria química, química fina, farmacéutica... podrían usar el producto resultante de la catálisis.
Según el químico, a estas alturas hay dos componentes que se encuentran en el centro de esta investigación: el lindano y los ácidos grasos. «El lindano es un producto tóxico, el cual se usaba en forma de pesticida antiguamente, pero que todavía está presente en el medio ambiente y que, si se introduce en la cadena trófica, puede ser perjudicial paranosotros», aseguraba Kleij, mientras que los ácidos grasos «se encuentran enla naturaleza en la basura». Así, y tal como explicaba el investigador, si estos residuos simplemente se tiran, pierden valor; «pero si se pueden reutilizar, dándoles un valor añadido, diseñas un proceso de economía y química circular sostenible». «Este es el objetivo al cual queremos llegar, lo que se considera una basura con poco valor, lo convertimos en productos reciclados, los cuales seguramente pueden escalar en el interés por parte de los mercados», remarcaba.
En este sentido, los investigadores insisten en entrar en una economía circular sostenible a través de la química verde. Así, lo que tienen presente son los «productos que se puedan reciclar otra vez con un proceso de catálisis», de manera que se transforma en un recurso renovable infinito. Kleij espera que en los próximos años la industria dé apoyo a proyectos como el de TRIPyr y que este tipo de productos escalen en el mercado, pero asegura que es un aspecto que está condicionado totalmente a las empresas. «Depende de qué cosas quieran hacer, qué aplicaciones quieran tener en el mercado. Por ahora, ya hemos firmado un nuevo proyecto con una gran empresa, que nos permitirá trabajar en paralelo este campo de la catálisis,» apuntaba el químico.
El proyecto ha sido cofinanciado en un 65% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Programa Interreg V-A España-Francia-Andorra (POCTEFA 2014-2020).