Movimiento vecinal
La Parte Alta de Tarragona denuncia el exceso de terrazas y transportistas en la calle
Critican la poca vigilancia que hay sobre la ocupación de la vía pública del barrio, que provoca problemas de seguridad, movilidad y circulación
Varias asociaciones de vecinos de la Parte Alta denuncian la falta de control existente sobre las terrazas de bares y restaurantes del barrio, un hecho que hace años que comporta impedimentos para la circulación tanto de peatones como de vehículos. Según los vecinos, los negocios habrían ido ocupando cada vez más sitio de las calles, superando las zonas que tienen establecidas, igual que lo habrían hecho de manera inadecuada, como sería el caso de algunos negocios que colocan mesas y sillas en medio de la calle.
Según Jordi Ferré, presidente de la Asociación de Vecinos de la Catedral, se trata de uno de los muchos elementos urbanísticos del barrio que impiden una buena circulación por este, sobre todo si se trata de una emergencia. «En las últimas semanas hemos visto cómo personas enfermas que tenían que ser recogidas y atendidas por una ambulancia se tenían que pasear por terrazas, porque la ambulancia no podía llegar a su casa por la terraza que había en la calle», explica el presidente del AVV. Él mismo apunta, por ejemplo, ala calle del Còs del Bou, donde asegura que los restauradores podrían colocar las terrazas encima de las aceras, en lugar de estar en medio de la calle».
De hecho, el presidente del AVV Ara PartAlta, Quim Castellví, apunta a la necesidad de hacer simulacros y crear un plan específico de actuación en casos de emergencia para las terrazas de bares. «No tenemos constancia de que haya un plan de evacuación y se tendría que hacer un simulacro de forma periódica», apunta Castellví, a la vez que pone la culpa sobre los servicios de emergencia por no tener estos planes preparados. Sin embargo, al mismo tiempo también señala al Ayuntamiento de Tarragona por no llevar a cabo un control sobre las terrazas o vehículos que circulan por el barrio. «Tendrían que vigilar que los bares ocupen el sitio que se les ha asignado y también obligarles a hacer que tengan alguna estrategia que contemple apartar las terrazas en caso de emergencia», asegura Castellví.
Al mismo tiempo, aseguran que esta problemática se ha agravado con la pandemia, ya que el consistorio «les ha dejado las terrazas gratuitas y han aprovechado al exprimir todo el espacio que han podido», denuncia el presidente del AVV PartAlta, Manel Rovira. «Hay días que enla plaza del Fòrumno puede circular un cochecito de bebé», apuntaRovira.
Un gran desorden urbanístico
A este problema se suma el «descontrol urbanístico» del barrio, tal como declara el presidente del AVV de la calle de la Mercería. «Ya no sólo son las terrazas, sino que también están implicadas las calles estrechas, la gran cantidad de cables que hay sueltos en las fachadas, los problemas estructurales de muchas casas abandonadas...», asegura Carrillo.
A eso, Ferré añadía que, justo ayer, en un incendio que se generó en un portal de la calle Major, «las cuatro dotaciones de bomberos que iban a socorrer, tardaron más porque había un camión mal aparcado. Es cosa de las calles estrechas, señal que tendrían que limitar su entrada, o tener un plan pensado para facilitar su actuación en estos casos». «Ya hace tiempo que pedimos pilonas que regulen la entrada de vehículos que no sean de los vecinos por horarios. Entendemos y estamos al lado de los comerciantes del barrio, pero antes pasa el vecino», reclama Carrillo, asegurando que nadie está en contra de los empresarios, sino que simplemente querían tener «una buena convivencia». De hecho, desde el AVV de la calle de la Merceria aseguran que han pedido ya en varias ocasiones un nuevo estudio urbanístico para mejorar la situación del barrio.
Por su parte, fuentes del consistorio aseguran que «está en un proceso de regularización de las terrazas temporales que acabará el 31 de diciembre. La pandemia paró el proyecto de una nueva ordenanza para limitar y ordenar el espacio de las terrazas, pero se hará antes de acabar la legislatura». Al mismo tiempo, piden que los casos en que los vecinos puedan detectar irregularidades «las pongan en conocimiento de la Guardia Urbana, ya que sin denuncia no se puede iniciar un procedimiento de cierre», teniendo presente que la ordenanza municipal prevé que se puedan clausurar a la primera infracción grave.