Medio Ambiente
Tarragona alcanza los objetivos en los barrios donde se han implantado los contenedores cerrados
El objetivo es una recogida selectiva del 55% y en el Serrallo se ha llegado al 68,27%
Desde el pasado mes de agosto Tarragona ha conseguido aumentar la recogida selectiva con la implantación en tres barrios de la ciudad del sistema de control de acceso e identificación de usuarios/as en los contenedores. Esta transformación «ha sido hecha en tiempo récord», tal como ha apuntado el concejal de Limpieza Pública, Jordi Fortuny. «Tarragona ha alcanzado ya los objetivos de Europa para el 2025 en los tres barrios donde se han implantado los contenedores cerrados», ha dicho. Y apunta al concejal: «El objetivo es una recogida selectiva del 55% y en el Serrallo se ha llegado al 68,27%». En Cala Romana el índice es del 49% y a Bonavista del 53%.
La transformación en cifras
El año 2020 el porcentaje de recogida selectiva, en contenedores y centro de reciclaje, de Tarragona fue del 33,51%. En este sentido se había observado un estancamiento en el crecimiento de la recogida selectiva desde el 2014, lo cual justificaba la necesidad de introducir cambios en el modelo de recogida selectiva implementado en la ciudad.
Los datos destacaban especialmente la poca cantidad de recogida separada de orgánica, 3.690,82 toneladas en el 2020, en comparación con la fracción resto, 40.681,42 toneladas el mismo año. Estos hechos y la necesidad de un cambio de modelo de recogida, motivaron la implementación de los contenedores cerrados, una herramienta con identificación individualizada, que en un futuro nos hable de un usuario más responsable y sensibilizado con el entorno.
Para valorar los datos hay que tener en cuenta que la selectiva puede ser sólo la obtenida de los contenedores de vía pública o también la de estos contenedores más voluminosos, centro de reciclaje, poda, aceite y textil. En Bonavista, además, se ha limitado la aportación del resto a tres días a la semana (martes, viernes y domingo), excepto los generadores de textil sanitario (como pañales). En el Serrallo y Cala Romana no se ha hecho esta limitación y se puede abrir el resto cada día. La orgánica no se ha limitado en ningún barrio y se puede abrir también cada día.
Serrallo
En el Serrallo se observa que antes de los contenedores cerrados la recogida selectiva era de un 51,51/% y la de resto 48,49%. Con contenedores cerrados, ha pasado a un 68,27% de recogida selectiva y de resto del 31,73%. Por lo tanto, tenemos un incremento de las fracciones selectivas del 16,86% y una bajada del 16,86% de fracción resto.
El resultado es sustancialmente superior al resto de barrios por el peso en la generación de residuos de la recogida comercial puerta a puerta de orgánica, cristal y cartón. Añadiendo las otras recogidas selectivas, que son los voluminosos, aceite, textil, poda y centros de reciclaje, el índice de selectiva sería del 72%.
Cala Romana
Se observa que la recogida selectiva era de un 24% y el resto del 76% y con los contenedores cerrados la recogida selectiva ha pasado al 49% y el resto al 51%. Como conclusión se observa un aumento de la selectiva 25% y una bajada del 25% de fracción resto.
Si a este dato se añaden las otras recogidas selectivas (voluminosos, poda, textil, ropa y aceite), la selectiva bruta en el barrio sería del 55%, cumpliendo con los objetivos establecidos.
Bonavista
Se observa que antes del contenedores cerrados la recogida selectiva era del 31% y el resto del 69% y con la implantación tenemos una recogida selectiva del 53% y resto del 47%.
Como conclusión, después de cerrar contenedores vemos un aumento del 22% de recogida selectiva. Si se añade las otras recogidas selectivas, el porcentaje se del 58%, cumpliendo con los objetivos establecidos.
Impropios
Con el cierre de contenedores se esperaba un incremento de impropios en los contenedores sin control de acceso (envases, cristal y cartón), y en la propia orgánica. Para valorarlo se han hecho caracterizaciones y estudios de la evolución de estos residuos. En general se ha visto incremento sobre todo en el contenedor de envases, pero poco en los otros contenedores, sobre todo en la orgánica, lo cual indica resultados favorables del sistema y que, para obtener todavía mejores resultados de selectiva, sería necesario controlar el acceso también a los contenedores de envases y cartón.
Conclusiones y mirada hacia el futuro
En un escenario del 53% de selectiva, el Ayuntamiento tendría un ahorro en incineración aproximado de 110.000 €/mes, que equivaldría a 1.312.987 €/año, por lo cual se plantea el control de acceso en contenedores en toda la ciudad, limitando la apertura del contenedor de resto a tres días a la semana; junto con zonas de puerta a puerta, también con identificación de los usuarios/as. Con una implantación progresiva desde el inicio del nuevo contrato.
Otras acciones complementarías necesarias serían aumentar la recogida puerta a puerta comercial (se pueden ver los buenos resultados en el Serrallo, con cierre y puerta a puerta comercial) e implementar el pago por generación o por uso de los contenedores (cambio en la ordenanza fiscal de recogida de basura).