Fiscalidad
El Ayuntamiento de Tarragona reclama las tasas de vados de los últimos cuatro años
La mayoría de las entradas no regularizadas se concentra en los barrios de Levante, aunque la medida se aplica a toda la ciudad
El Ayuntamiento de Tarragona está exigiendo, mediante notificaciones, el pago con carácter retroactivo de la tasa por uso de un vado permanente no regularizado a muchos vecinos que nunca habían recibido esta demanda fiscal. Así lo indica del Plan de Control Tributario de este año, aunque antes esta exigencia no se aplicaba. Este nuevo requerimiento municipal tiene como apoyo el hecho que muchas edificaciones de la ciudad, sobre todo las que quedan fuera del centro urbano, habían tenido hasta ahora salidas de coches que utilizaban habitualmente sin que se les hubiera exigido ninguna tasa municipal. Los propietarios de estas construcciones, sobre todo naves del polígono Parco Riuclar o viviendas unifamiliares de las urbanizaciones de Levante, han hecho saber que recurrirán la medida, para no entender que se quiera aplicar retroactividad a una decisión que se ha tomado este mismo año, y que anteriormente nunca había sido aplicada.
Según fuentes municipales, esta regularización se está haciendo en toda la ciudad. Si afecta más a unas zonas que en otras es porque en algunas zonas había a más vados no declarados, por las circunstancias que sea. Es decir, que no se están inspeccionando más unos lugares que otros sino que en determinadas zonas había más vados sin regularizar», consideran desde el área de Dominio Público.
Prescripción
El motivo de exigir cuatro años consiste en evitar que las tasas prescriban, ya que este es el plazo a partir del cual no se pueden reclamar atrasos.
La regularización se ha empezado a hacer a partir de la aprobación del Plan de Control Tributario en marzo de este ejercicio 2021, que incorpora unas actuaciones de verificación y comprobación al ámbito de la gestión. Al mismo tiempo, se están identificando las ocupaciones especiales que no tributan e iniciando los expedientes para liquidar estos hechos imponibles.
En los casos detectados, se les comunica el inicio del expediente informante de la propuesta provisional de la liquidación y donante trámite de audiencia para formular alegaciones. El Ayuntamiento también ha hecho saber que cualquier uso particular de la vía pública, excepto en circunstancias excepcionales, se tiene que someter a una regulación y pagar una tasa. «No existe ningún motivo por el cual un vado no tenga que estar al día del pago de tasas y no permanecer en una situación irregular», añaden.
Esta decisión no ha sido bien recibida a las urbanizaciones de Levante, que presentan una tipología urbanística diferente a la de la mayoría de la ciudad, ya sea el centro o los barrios de Ponent. Según el presidente de la Asociación de Vecinos de Boscos de Tarragona, Josep Anton Solé «nosotros no estamos en contra de pagar, pero sí de la manera como nos lo reclaman. Tenemos calles con aceras estrechas, prácticamente sin peatones ni comercios, donde los coches entran y salen de las casas sin causar los problemas que sí que pueden causar en el centro de la ciudad. Aquí no estorbamos a nadie.».
Por esta razón, Solé no se opone a pagar ahora, que es el primer año que se reclama, pero sí a abonar tasas para años anteriores, cuando esta reclamación no existía.
«Hay tarifas de tres tipos», ha añadido Solé, «y, a nosotros, nos quieren aplicar la máxima sin tener en cuenta la anchura de los vados ni su situación, ni la anchura de la acera que tiene en frente». A pesar de su malestar, la Asociación está dispuesta a llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento, y con esta intención presentarán un escrito al consistorio esta misma semana, pidiendo que haya conversaciones sobre la cuestión. Solé, sin embargo, avisa de que si las tasas de los vados se mantienen tal como están ahora en las Ordenanzas Fiscales de 2022, presentarán alegaciones, y si se desestiman, están dispuestos a llegar a los tribunales.
«Sabemos que el Ayuntamiento no tiene dinero», ha dicho Solé, «lo que pasa es que tiene capacidad de recaudar. Se piensan que, porque vivimos en Levante, tenemos poder adquisitivo, pero el hecho es que somos como la mayoría de los ciudadanos. El 99% compra casa suya con una hipoteca, y no hay una capacidad económica ilimitada, ni podemos hacer frente a los efectos retroactivos», ha concluido.