Urbanismo
Las empresas de alquiler de patinetes tendrán que levantar el veto a los barrios de Ponent de Tarragona
El Ayuntamiento pondrá nuevas normas para renovar las licencias, y asegura que no retirará los aparcamientos de bicicletas y patinetes
El Ayuntamiento de Tarragona obligará en las empresas de alquiler de patinetes eléctricos a no discriminar algunos barrios de la ciudad y que operen para llegar a todo el término del municipio. De hecho, lo hará a partir de la próxima renovación de licencias en2022, cuando se establecerán unos puntos a cumplir si las compañías quieren conseguir el permiso para poder operar. Tal como ya publicó DiariMés, algunas empresas que tienen licencia para llevar a cabo su actividad en Tarragona limitaron la circulación de los vehículos a algunas zonas de la ciudad, excluyendo de esta a algunos barrios de Ponent, como podían ser Bonavista, Torreforta o Campclar. De hecho, actualmente sólo hay una empresa, Reby, de las cuatro que alquilan patinetes por toda la ciudad, que permite una libre circulación pasado del río Francolí. En el caso de la empresa Lime, sólo permite la circulación por la N-340 hasta Campclar, sin llegar a entrar en los barrios, mientras que en el caso de Spin sí que permite la entrada en Bonavista, en la Rambla de Ponenty también en Icomar. Por otra parte, el caso más extremo se encuentra en la empresa Bird, la cual no permite circular más allá del río Francolí. Algunos vecinos de los barrios asociaban el incivismo vivido con los patinetes en las calles de los barrios con esta decisión de las empresas de vetar el servicio a algunos puntos de la ciudad.
Según ha explicado Xavier Puig, conseller de Movilidad y Sostenibilidad, este veto «es un aspecto que no teníamos muy afinado con la normativa que establecimos a la hora de firmar las licencias y a partir de ahora pediremos el cumplimiento de algunas normas en próximas actualizaciones». De hecho, el mismo conseller denuncia que «no se pueden excluir determinados barrios del servicio», y por este motivo especificarán en una norma que es obligatorio operar en toda Tarragona. Otros aspectos que, según Puig, se incluirán entre las normas a seguir es un nuevo método para asegurar que los conductores de patinetes tienen más de 18 años, una nueva tecnología para no permitir la circulación de los vehículos por zonas exclusivas de peatones, o la reducción del número de patinetes que tendrá cada empresa en Tarragona, ya que «hay demasiado, y nuestra ciudad tampoco es un almacén», apunta el conseller.
No retirarán los aparcamientos
Como respuesta hacia el reclamo del barrio de Bonavista, donde pedían eliminar tres de los cinco aparcamientos de bicicletas, Puig asegura que «no es el criterio del govern retirar los aparcamientos de bicicletas y patinetes que se han instalado por toda la ciudad», ya que «han venido para quedarse». El conseller apunta al hecho que hicieron un gran esfuerzo por dotar a todos los barrios de estas instalaciones, las cuales prevén desde el consistorio que aumenten en los próximos años. «La voluntad es que estas personas que ahora denuncian que no pueden aparcar su vehículo en el espacio que ocupan los aparcamientos de bicicletas hagan el cambio y pasen a utilizar la bicicleta. Quizás ahora no hay patinetes eléctricos, pero los parkings se tienen que mantener», asegura Puig. «Este tipo de quejas se reciben siempre que se quieren cambiar rutinas, pero vale la pena aguantar estas reacciones cuando, en un futuro, se puede mejorar la situación de todo el mundo», concluía el conseller.