Covid
Hostaleros y ocio nocturno, indignados por las nuevas restricciones del Govern
Impugnarán las decisiones del Consejo Ejecutivo delante del TSJC, que tendrá que resolver antes de la noche de jueves a viernes
Los sectores del ocio nocturno y la restauración han puesto de manifiesto su indignación después de que la Generalitat anunciara nuevas restricciones para frenar la expansión de la covid. Incluso han anunciado que recurrirán las medidas al Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, para que no las autorice.
El sector hostalero del Campde Tarragona y las Terres de l'Ebreda prácticamente por perdida la actividad prevista durante las fiestas de Navidad y fin de año a raíz de las nuevas restricciones aprobadas por el Govern para frenar la pandemia. Después del anuncio de las nuevas medidas que se hizo el lunes por la noche, los establecimientos vivían ayer una jornada marcada por un goteo constante de anulaciones de reservas. En el caso de los restaurantes, además, la gran mayoría había ya hecho las compras con antelación para las comidas de los principales días festivos. Las asociaciones que los agrupan no esconden la preocupación y la incertidumbre de un sector que se sigue reivindicando como seguro y que reclama ayudas de las administraciones si no pueden trabajar.
«Estamos muy preocupados porque hay muchas cancelaciones, muchos restaurantes han decidido no hacer cenas por Fin de Año y se tendrá que devolver el dinero a todas las personas que habían reservado; será un Fin de Año insalvable», lamentaba Magí Mallorquí, presidente de la Associació Hotelera de la Província de Tarragona yportav0zde la Associació d'Empresaris d'Hostaleria.
El presidente de la Federació d'Hostaleria de Tarragona, Javier Escribano, indicaba por su parte que veía esta campaña de Navidad «con desesperanza, aunque tenemos un porcentaje muy alto de población vacunada. Nosotros habíamos hecho la suposición de que este sería una Navidad especial, con la implantación del pasaporte covid y la disminución de casos. Muchos restaurantes habían comprado ya provisiones suficientes frente a lo que esperaban que fuera un aumento de la demanda. Ahora, con las nuevas restricciones, nos encontramos sin saber qué hacer».
Cancelaciones
Con todo, vista la situación, Escribano no ve mal que se produzcan cancelaciones de reservas por parte de la clientela, porque, en caso contrario «con un aforo reducido al 50%, ¿cómo lo haces para decidir a quién servirás y a quien|quién no? Si hay un porcentaje de personas que decide no venir, eso nos dará un cierto margen de maniobra para cumplir con las restricciones».
El presidente de los hostaleros de la ciudad también insiste en el hecho de que «si el Govern hubiera decretado el cierre de nuestros establecimientos, habría quedado obligado a instaurar una línea de ayudas para compensarnos. Ahora en cambio, con las restricciones no nos obligan a cerrar, pero nos imponen un cierre de facto ».
Escribano también argumentaba que las nuevas medidas podrían no ser idóneas para la salud de los ciudadanos, porque «la exigencia del pasaporte covid no era una mala solución, había supuesto un estímulo para el incremento de las vacunaciones. Ahora, en cambio, si en cualquier caso se tienen que sufrir limitaciones de todo tipo, eso puede tener un efecto disuasorio y la gente ya no tendrá tanta prisa por estar al día». El hecho es que «pensábamos que todas estas cosas habían quedado en el pasado, y no es así». En cualquier caso, concluye, «al 50% no se puede trabajar».
Otros propietarios lo han visto con ojos todavía más pesimistas. Abdul, que tiene el Restaurante Pizzería Casa Nostra, en la calle Ramón y Cajal, valoraba que todo este mes de diciembre ha sido muy flojo en comparación con meses anteriores, y creía que, para él ya sería una gran cosa tener garantizadala mitad del aforo. «La gente hace tiempo que tiene miedo», ha insistido, desde que se empezó a hablar de una nueva variante, y eso los habría disuadido de echar planes estas fiestas de Navidad.
El sector critica que el Govern haya establecido el 50% de aforo en el interior de los establecimientos y el 100% en las terrazas y que no se hayan consensuado las nuevas medidas. Los hostaleros piensan que en pleno mes de diciembre como mucho se podrán hacer cafés por la mañana o media tarde, pero que las cenas serán inviables en las terrazas.
Todo el mundo coincide en calificar de «muy complicada» la situación. Desde el sector del ocio nocturno se remarca también que el cierre de estos negocios provocará que las calles estén llenas de gente, y se hagan botellones, cosa que implicará más situaciones de riesgo, tanto desde un punto de vista de orden público como sanitario. En toda Catalunya, se esperan pérdidas superiores a los 50 millones de euros a causa del nuevo toque de queda, que implicará que muchos negocios no puedan abrir la noche de Fin de Año, que es una de las que más recursos produce. A eso se suma que este ya es el segundo año que se vive en situación de pandemia, y han empezado a alzarse voces que reclaman compensaciones por parte del Govern.