Toque de queda
Los días festivos han concentrado la mayoría de incidentes por el toque de queda en Tarragona
La Guardia Urbana hizo varias intervenciones en pisos particulares a raíz de quejas vecinales por la música y el ruido
Tarragona acumuló la mayor parte de los incidentes durante las noches de toque de queda en los días festivos durante las pasadas dos semanas. Coincidiendo con las fiestas de Navidad, el departamento de Salutde la Generalitat decidió imponer medidas para evitar la propagación del coronavirus durante estos días de fiesta que se han vivido a lo largo de las últimas semanas, de entre las cuales se encontraba el toque de queda, la limitación horaria de algunos sectores y el máximo de personas que podían reunirse. Bajo estos condicionantes, la Guardia Urbana de Tarragona identificó a un total de seis personas por incumplir el toque de queda, mientras que también se denunciaron en dos establecimientos por abrir fuera del horario permitido y un conductor en un control de alcoholemia.
Según aseguran las fuentes municipales consultadas, la primera noche de fiestas en que se aplicó el toque de queda –la noche del día 24 al día de Navidad– se identificó una sola persona entre la 1 h. y las 6 h. de la madrugada. Con respecto a la noche del día 25 al 26, otras dos personas fueron identificadas por la Guardia Urbana, mientras que la noche de Fin de Año –madrugada del 31 al 1 de enero– tres personas fueron identificadas en la calle fuera del horario permitido.
Por otra parte, la Guardia Urbana también ejecutó algunas actuaciones con el fin de hacer cumplir la medida que estipula el cierre de restaurantes a medianoche para seguir la normativa vigente. En este caso, la Guardia Urbana actuó la noche del día de Navidad en un bar-restaurante donde, pasadas las 12 h. de la noche, se encontraban cuatro clientes y el responsable del local. El segundo caso que registraron fue en una pizzería la noche del día 31 de diciembre donde, a pesar de tener la persiana bajada, en el interior había un total de siete clientes.
Para acabar, en un control que la misma Guardia Urbana realizó en el camino del Cementerio, se denunció a uno de los 12 vehículos que se detuvieron por dar positivo en eltest de alcoholemia. El vehículo pudo continuar su marcha después de que el acompañante sustituyera al conductor sancionado.
Otro punto destacado fueron las quejas por ruido. Fuentes municipales aseguran que la Guardia Urbana actuó a raíz de varias quejas a lo largo de las noches de los días 24, 25, 26 y 31 de diciembre por ruidos, fiestas y música en interior de pisos. El cuerpo de seguridad actuó en todos los casos, acudiendo a los lugares de los hechos, apagando la música y moderando el volumen de las conversaciones que pudiera haber.
Con respecto al resto de días de estas pasadas fiestas, según las fuentes municipales consultadas, no ha habido incidentes relacionados con las medidas tomadas por el gobierno para parar la expansión del coronavirus. Tal como apuntan las mismas fuentes, este hecho se habría dado por la coincidencia de los días festivos con los fines de semana, que es cuando la ciudadanía tiende más a socializar y, por lo tanto, a poder saltarse las normas establecidas.
Sin hogar
Por otra parte, el Ayuntamiento de Tarragona afirma seguir trabajando para que el toque de queda no afecte a los sin techo de la ciudad. La concejala responsable de Servicios sociales, Inés Solé, ha indicado que «lo que estamos haciendo es intensificar nuestra coordinación con Cruz Roja, con el objetivo de que todas las personas que están viviendo en Tarragona sin domicilio y que, por lo tanto, viven en la calle, puedan acceder a los recursos disponibles para ir a dormir. Ahora mismo la ciudad tiene herramientas suficientes para atender toda la demanda que se nos presenta, y por eso no nos hemos planteado la posibilidad de establecer un pabellón como punto de referencia o de emergencia ante esta situación».
El año pasado, en cambio, el Ayuntamiento destinó un espacio dentro del recinto ferial para los sin techo, con capacidad para 50 personas. También ofreció 15 camas del Hostal Ram Room, mediante la FundacióBonaNit.
Las actuaciones municipales se enmarcan dentro del renombre Operación Iglú . Solé ha añadido que «lo que nos estamos planteando dentro de la estrategia de sinhogarismo tendría que ser un lugar de transición hacia el albergue municipal para personas sin techo, que ahora mismo es una carencia que sufrimos.»
La concejala ha garantizado que, en estos momentos, todas las personas sin domicilio que se quieren acoger en un refugio para pasar la noche reciben este servicio con recursos municipales.