En la última
«Las novelas necesitan tensión y el Delta tiene mucha, por eso lo escogí»
La escritora y periodista tarraconense establecida en Londres ha ambientado su última novela a la Illa de Buda
—Su nuevo libro transcurre en el Delta del Ebro, enla década de los años 60. ¿Qué nos explica, la historia?
—Es la historia de una mujer que se rebela contra su destino: quiere ser emprendedora y gay, y le ponen trabas por todas partes. Pero ella es leal a ella misma.
—Por qué escogió esta localización?
—Las novelas necesitan tensión y el Delta tiene mucha: la tensión del río contra el mar, de la regresión, la tensión de separar los dos frentes de la Guerra Civil, la tensión de haber vivido aislados y a menudo olvidados durante mucho de tiempo... Además, el paisaje me entusiasma, allí he visto las mejores puestas de sol de mi vida y unos cielos estrellados que sólo se ven en los dibujos animados.
—Y esta época?
—La novela recurre la segunda mitad del siglo XX y el principio del siglo XXI, y narra la vida del Asun, la protagonista, a través de los grandes acontecimientos que hubo al Estado español: la dictadura franquista, la llegada de la democracia, la entrada de la mujer en el mercado laboral, la crisis financiera, etc. Da para mucho, porque estos acontecimientos cambiaron la vida de las personas.
—El título, La otra orilla , nos habla de la frontera natural que es el Ebro. Pero, a la vez, también es una frontera social. ¿Qué divisiones había, en aquella época, en la zona?
—Las mismas que en toda España y en muchos lugaresdel mundo. Yo creo que todas las personas, vivimos donde vivimos, queremos lo mismo: comer, no pasar frío y ser amados. Si tuviéramos eso más presente, habría menos problemas. La otra orilla , de todos modos, también es interior en muchos casos. A veces, creemos que no podemos conseguir cosas porque no podemos o porque creemos que no nos dejan. Yo pienso que la mayoría de límites nos les ponemos nosotros.
—Estamos ante una novela de mujeres, empezando por Asun, que tiene que luchar contra el destino que le viene marcado. ¿Al hacerlo, se convierte en pionera en muchos aspectos?
—La Historia está llena de héroes que luchan por la justicia y la igualdad, pero necesitamos muchos más: de hecho, querer ser uno mismo y tener las mismas oportunidades que los otros no tendría que ser cosa de héroes, sino de todo el mundo. Espero que Asun sea un ejemplo para las personas que lean el libro, que las anime a conseguir lo que realmente quieren, hombres y mujeres porigual.
—Es también una historia de resiliencia?
—Absolutamente. En esta vida, cuando sacas el pie del acelerador, el coche se para, por más velocidad que lleves. Uno no puede dejar de intentarlo nunca.
—Qué hay de ficción y qué de realidad, en la historia?
—Como todas mis novelas, son historias de ficción, pero con muchísima investigación detrás. Creo que es la mejor manera de hacer la novela mucho más creíble.
—Cómo fue el trabajo de documentación?
—leí muchos libros e hice unos cuantos viajes al Delta, inolvidables todos, durante los cuales entrevisté a muchísimas personas. También subí a un tractor, cené en una chabola, además de visitar a los arroceros, pasear por Buda, la illa de Gràcia,, etc.
—Las mujeres suelen ser las grandes protagonistas de sus novelas. ¿Eso responde a una voluntad de relatar episodios históricos en clave femenina?
—Es verdad, pero no fue premeditado, simplemente ha salido así. De todos modos, el mundo está lleno de héroes masculinos, todavía nos falta mucha heroína para igualarlo, así que estoy muy contenta de poder contribuir.
—Su trabajo ha sido alabado por Eduardo Mendoza o Paul Preston entre otros. ¿Cómo recibe estos comentarios y qué suponen para Usted como escritora?
—Les recibo con gran orgullo y todavía más sorpresa. Me llenan del todo, porque soy una admiradora incondicional de estos autores, como profesionales y como personas. Me quito el sombrero.