Las empresas de alquiler de patinetes Lime y Spin abandonan Tarragona

Las empresas de alquiler de patinetes eléctricos Lime y Spin se marchan de Tarragona. Las dos empresas lo han hecho público a través de un comunicado donde anuncian que empezarán a retirar sus Vehículos de Movilidad Personal (VMP) durante las próximas semanas. Las dos han expuesto sus motivos, bien diferenciados: Lime lo hace por la entrada en vigor de la obligatoriedad del casco de seguridad, mientras que Spin abandonará todo el territorio español por falta de rentabilidad.

Con respecto a Lime, la compañía madrileña abandonará Tarragona después de ofrecer servicio durante los últimos cuatro meses a causa de la entrada en vigor de la normativa que establece el uso obligatorio del casco para usuarios de VMP. Tal como denuncian en su comunicado, la medida aplicada después de la aprobación de la modificación de la ordenanza de convivencia y uso del espacio público en materia de tráfico de la ciudad «desincentiva el uso del vehículo de movilidad personal en detrimento de otros como la bicicleta». Este motivo se suma al «poco uso por parte de la ciudadanía de Tarragona de las diversas opciones de alquiler de patinetes compartidos, lo que ha imposibilitado continuar la prestación del servicio».

Además, quisieron dirigirse al consistorio para animarlo a «mirarse al espejo en países punteros» del sector, los cuales implementan «otras medidas previas», antes que obligar a duro casco. De hecho, la compañía ponía como ejemplo países como Francia o Italia, donde se han construido «carriles bici específicos segregados de la calzada, evitando así el contacto directo con coches o motos, la reducción de la velocidad y la educación vial».

Abandonan toda España

En el caso de la empresa estadounidense, Spin ha anunciado que no sólo se retira de Tarragona, sino que lo hará de toda España a partir del mes de febrero. Según hizo público en un comunicado su ejecutivo jefe, Ben Bear, la pasada semana, la compañía no quiere seguir operando en ningún mercado de permisos abiertos, ya que «estos lugares tienen una dinámica que dificulta la identificación de un camino claro hacia la rentabilidad». Para la empresa, estos tipos de nichos «crean un entorno operativo incierto, marcado por cambios frecuentes en el paisaje competitivo, sin límites en el tamaño de la flota y la carrera hacia los precios más bajos,» hecho que contradice su forma de trabajar: «No podemos ofrecer el tipo de servicio de alta calidad fiable, el cual se enorgullece en los nuestros riders y socios de la ciudad», asegura Bear.

La mitad de patinetes

Esta decisión facilitará al Ayuntamiento la consecución de un objetivo que anunciaron: reducir la cantidad de patinetes eléctricos de alquiler a la ciudad, ya que Tarragona se quedará con la mitad de efectivos en la flota de patinetes eléctricos de la ciudad. Entre las cuatro empresas operativas sumaban un total de 2.000 VMP –500 vehículos por cada empresa. Así, sólo quedarán 1.000 patinetes y serán las empresas Bird y Reby las únicas que se mantendrán operativas, las cuales tendrían que renovar sus licencias a finales de este mes de enero. En caso de que estas compañías quieran renovar, tendrán que cumplir nuevas condiciones que el consistorio ya anunció que implementaría, como la obligación de instalar matrículas en los VMP, nuevos mecanismos para evitar que circulen por zonas de peatones o la obligatoriedad de ofrecer sus servicios en todos los barrios de Tarragona.