Política
La oposición pondrá difícil al gobierno la aprobación del modificativo de crédito
El concejal Jordi Fortuny presenta una propuesta de ocho millones de euros para hacer frente a las obligaciones bancarias, los salarios y algunas inversiones
Los grupos de la oposición no han querido garantizar, ni mucho menos, su apoyo al expediente modificativo de crédito que plantea el equipo de gobierno. El lunes se celebrará una reunión de la comisión informativa de Servicios Centrales donde el equipo de gobierno propondrá la aprobación del expediente, para poder atender las obligaciones bancarias, los contratos comprometidos e inversiones reivindicadas de hace tiempo como el nuevo gimnasio y vestuarios en la piscina de Sant Pere i Sant Pau o las cámaras de videovigilancia de la Parte Alta. «Es un proyecto que tenemos terminado y a punto de ejecutar porque se trata de una deuda histórica, ya que es el primer equipamiento municipal deportivo de la ciudad, está más en precario y da servicio a 20.000 habitantes. Las inversiones iniciales también incluyen temas de seguridad prioritarios y urbanísticos como la redacción del nuevo POUM», ha remarcado el conseller de Servicios Centrales, Jordi Fortuny, responsable de las cuestiones financieras.
A pesar de su razonamiento, los grupos de la oposición no se muestran muy dispuestos a asistir a la reunión del lunes, previa al plenario del día 28 que tiene que dar la aprobación definitiva, con la intención de aprobar el proyecto del equipo de gobierno, en minoría, tal como les ha sido formulado. Todos están de acuerdo con cubrir los gastos obligatorios que tiene que hacer el consistorio, en materia de pago de deudas y salarios, pero miran con recelo el uso que hace el equipo de Ricomà del expediente, por el hecho de que mezcla cuestiones de trámite con acciones que se pueden considerar programáticas de ERC, y no aceptan que el gobierno aplique su programa por la vía de los modificativos de crédito, ya que todavía no ha sido capaz de hacer aprobar los presupuestos de 2022.
Desde el 1 de enero, el Ayuntamiento de Tarragona cuenta con un presupuesto prorrogado, lo cual significa que la situación de partida es de 163 millones de euros de gasto corriente.
Para este año, el consistorio, además, se enfrenta a partidas que, a pesar de ser obligatorias, han visto incrementado su coste. Se trata de los contratos comprometidos que, a causa de la inflación o a las actualizaciones previstas por contrato, han incrementado su precio. Entre estas situaciones figuran los alquileres de edificios municipales, los contratos de residuos, palomas, limpieza de playas, mantenimiento de zonas verdes, salvamento de playas y señalización. Todo eso se añade a las otras obligaciones que el gobierno municipal tiene que hacer frente sólo iniciarse este año 2022 como el incremento en 2,2 millones de euros en las amortizaciones de crédito. Fortuny insistía en el hecho de que «estamos obligados por ley a pagar primero la deuda con los bancos antes de plantearnos cualquier otro gasto”. En todo eso hay que añadir las inversiones, que ya estaban previstas el año pasado: el gimnasio de Sant Pere i Sant Pau y la instalación de cámaras de seguridad en la Parte Alta.
Para obtener fondos para hacer todo eso, se tienen que dar de baja otras partidas que figuran en las cuentas de 2021, como las fiestas mayores o las aportaciones al fondo de cooperación internacional. El equipo de gobierno espera recuperar este dinero cuando se disponga de remanente de caja.
Falta de acuerdos
Sandra Ramos, portavoz del grupo del PSC, se ha lamentado de la «incapacidad del equipo de gobierno para llegar a acuerdos con otras fuerzas» y, mientras se muestra favorable a aprobar «las partes obligatorias del expediente», muestra sus reservas con respecto a otros gastos. Los socialistas no se oponen al gimnasio de Sant Pere i Sant Pau, pero querrían también que el expediente incluyera un capítulo de subvenciones a entidades culturales, artísticas, deportivas y vecinales. Ramos también se ha mostrado completamente en contra de la desaparición, aunque sea temporal, de la ayuda a la cooperación. «Eso no se había hecho nunca», ha dicho, y envía un mensaje pésimo en una cuestión de responsabilidad cívica». Por estos motivos, el lunes propondrán una modificación del expediente.
La portavoz del grupo de Ciutadans, Lorena de la Fuente, ha precisado que, si bien está de acuerdo con el gimnasio de Sant Pere i Sant Pau, «nosotros no damos apoyo al presupuesto de 2022, y no queremos colaborar en su ejecución mediante expedientes modificativos de crédito».
José Luís Martín, del PP, ha remarcado por su parte que todavía no se había reunido con Jordi Fortuny, ya que tienen un encuentro previsto esta misma mañana, pero que, de entrada, todo este asunto del expediente se una muestra más «de la falta de transparencia de Ricomà», a quien le reprocha que no se informa de nada a los miembros de la oposición.
De hecho, los grupos han hecho saber que las reuniones previas del concejal Fortuny con los portavoces son telemáticas, y se los ha dado informaciones generales sin que hayan visto todavía ningún documento. La oposición coincide en la probabilidad de que los gastos ordinarios u obligados se acaben aprobando, pero no es nada seguro de que el resto de asuntos incluidos suban salir adelante.