Seguridad
Instalarán lectores de matrículas y cámaras en los barrios de Llevant de Tarragona
El consistorio destinará 200.000 euros para un sistema de seguridad que pretende mejorar la seguridad de la zona
El Ayuntamiento de Tarragona ha sacado a licitación la adquisición y puesta en marcha de un sistema de seguridad formado por diecisiete cámaras de videovigilancia y lectores de matrículas de vehículos que se instalarán a las entradas de diferentes barrios del área de Llevant. El coste será de 200.000 euros y según ha explicado la consellera de Seguridad de Tarragona, Cristina Guzmán, «permitirá disponer de un control mucho más riguroso de todos los vehículos que accedan a las urbanizaciones y hacer una prevención mucho más eficiente de cara a todos los delitos contra el patrimonio que se puedan producir o se hayan producido». Las cámaras estarán conectadas con la sala de control de la Guardia Urbana y se prevé que entren en funcionamiento a mediados de año. En concreto, se colocarán cuatro sistemas en Cala Romana, tres en Bosques de Tarragona, cuatro en Monnars y Solimar, dos en los Pinars, dos en la Móra, uno a el Escorpíy uno último a Ferran. Cada sistema incluirá una cámara de videovigilancia y un lector de matrículas, y todas tendrán que tener una calidad mínima Full HD. La Guardia Urbana podrá recuperar las imágenes de como mínimo los últimos diez días y se registrarán 24 horas al día de los 365 días del año.
Las empresas tienen hasta el 7 de febrero para presentar las ofertas. La adjudicataria, aparte de la instalación, tendrá que garantizar el mantenimiento de los aparatos y de la plataforma de gestión del sistema de seguridad durante tres años.
Dispositivo con drones
Paralelamente, la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra están haciendo los últimos días un dispositivo conjunto a la urbanización de Bosques de prevención de robos. En el operativo el cuerpo municipal aporta la unidad de drones, para incrementar la vigilancia y detección de hechos delictivos.
Guzmán ha valorado que los aparatos son «una herramienta importante de disuasión, a la vez que tienen un carácter preventivo ante una posible actuación» ya que permiten hacer vigilancia aérea y por las zonas boscosas de difícil acceso. Los aparatos disponen de un sensor térmico que «detecta movimientos, como puede ser una persona caminando o un vehículo escondido», según ha concretado a la consellera.
El consistorio ha apuntado que aunque la acción es principalmente de prevención, «se analizarán las imágenes grabadas para poder comprobar matrículas de vehículos, así como el movimiento de vecinos o personas ajenas a la urbanización, entre otros.»