Sociedad
La presencia de coronavirus en las aguas fecales de Tarragona alcanza los valores más altos desde el inicio de la pandemia
El barrio de Sant Pere i Sant Pau encadena siete semanas consecutivas con una incidencia muy elevada de SARS-CoV-2
Las aguas residuales de Tarragona presentan los niveles más altos de presencia del virus SARS-CoV-2 desde el inicio de la pandemia. Eso se desprende de los últimos datos que ha recogido la Empresa Municipal Mixta de Aguas de Tarragona (Ematsa), que semanalmente analiza muestras de aguas fecales de ocho zonas de la ciudad y controla diariamente la depuradora. Todos los barrios tarraconenses encadenan una incidencia muy alta de la variante ómicron en las últimas cinco semanas, mientras que la zona de Sant Pere i Sant Pau acumula siete consecutivas. Según el gerente de Ematsa, Daniel Milan, esta es la primera vez que registran un pico con valores «tan altos» y durante «tanto tiempo» desde que Ematsa empezó a analizar datos, en abril de 2020. La diferencia con anteriores olas y variantes –cómo es el caso del delta-, es que en esta ocasión la persistencia del virus en las aguas fecales tarraconenses ha crecido tanto en términos de intensidad como de temporalidad. Las ocho zonas analizadas semanalmente tienen una incidencia que oscila sobre los 6 cg/L, la unidad que se utiliza para cuantificar las copias genómicas del virus de coronavirus porcada litro de agua residual. Sólo se habían detectado valores de esta magnitud en dos ocasiones, en dos áreas de Tarragona entre julio y el agosto pasado.
En relación con la incidencia del coronavirus en los barrios, Ematsa ha detectado que los de la zona de poniente registran una mayor afectación de casos de esta enfermedad, a diferencia de los de levante, donde se acumulan unos valores más bajos. Se trata de una tendencia que se ha mantenido en esta sexta ola de ómicron, aunque se ha intensificado por todas partes y actualmente la presencia de casos se ha homogeneizado. Milan ha reiterado que existen múltiples variables que condicionan diferentes comportamientos entre zonas de una misma ciudad, como podría ser la densidad de población, la presencia de más bares o el consumo de agua per cápita.
Por otra parte, según el gerente de Ematsa, el análisis que se realiza desde principios de la pandemia permite prever la llegada de nuevas olasy al mismo tiempo, ser conscientes de la expansión del virus en una ciudad. «Cuando se controla basándose en los testsde antígenos, en general se tiende a reportar sólo los casos positivos de covid y no los negativos. Con las aguas fecales se obtiene una fotografía mucho más global, pero probablemente más real», ha asegurado Milan.
Un sistema de análisis «nada intrusivo»
Paralelamente al estudio del avance de la pandemia de coronavirus, el análisis de las muestras que Ematsa recoge periódicamente pueden servir para detectar otras tendencias de la sociedad, según asegura su gerente. En este sentido, Milan ha defendido que se trata de un sistema «nada intrusivo» que permite recopilar una gran cantidad de información de un sector específico de población. Así, no descarta que en un futuro se utilice para analizar el uso de ciertas drogas o medicamentos y la afectación que tiene entre la ciudadanía.