Seguridad
Compromiso municipal para poner los lectores de matrículas en Llevant en cinco meses
Los aparatos estarán operativos en la entrada de todas las urbanizaciones de Llevant después de la adjudicación, informa a las entidades
La concejala de Seguretat del Ayuntamiento de Tarragona, Cristina Guzmán, afirmó ayer por la mañana, en una reunión con la Coordinadora de Entidades de Tarragona (CET), que antes de que acabe el año estarán instalados los dispositivos lectores de matrículas de vehículos en las entradas de todas las urbanizaciones y núcleos de la zona de Llevant de la ciudad, con un presupuesto de 200.000 euros. Se espera que este aparatos sirvan como un elemento disuasorio para frenar los robos de los cuales hace mucho tiempo que se quejan los vecinos de aquel sector de la ciudad.
La CET había invitado a Guzmán a una reunión para recibir información sobre el estado de la seguridad en los diversos barrios de la ciudad, poniendo el acento, ayer, en toda la zona de Llevant. Tanto la concejala como el presidente de la CET, Ángel Juárez, calificaron la reunión de «positiva», ya que las asociaciones implicadas vieron bien los datos que les facilitó Guzmán, que asistió acompañada de agentes de la Guardia Urbana y de los Mossos d'Esquadra.
Plazo
La concejala confirmó a los vecinos que el periodo para presentar ofertas a la licitación de este método de vigilancia se acabó el lunes pasado y que, una vez se produzca la adjudicación, la empresa tendrá un plazo de cinco meses para instalar los aparatos y dejarles en pleno funcionamiento. Se espera que los lectores de matrículas sirvan para tener un control de todos los vehículos que accedan a las urbanizaciones y poder hacer así una prevención eficiente con vistas a todos los delitos contra el patrimonio que se puedan producir.
Juárez dijo, al acabar la reunión, que los vecinos finalmente tendrán «la vigilancia que reclamaban desde hace años». Sin embargo, se lamentaba de que, según su opinión, «las cifras de robos no han disminuido. Lo que pasa es que muchas de las víctimas no denuncian, y así es imposible saber cuál es el alcance real del problema».
A petición de las asociaciones de vecinos de Llevant, la CET también trasladó a Guzmán y a los representantes policiales la preocupación por el hecho de que los drones, que ya hace tiempo que patrullan estos barrios desde el aire, estén equipados con sensores térmicos, cosa que les permite detectar la actividad de las personas en el interior de las casas. Juárez, sin embargo, explicó que había recibido garantías que estos drones seguían un protocolo muy estricto y que se utilizaban para detectar personas y vehículos escondidos en los bosques, que son la ruta por donde se suelen introducir los ladrones. En ningún caso los policías tienen autorización para utilizar sus medios de detección en domicilios o jardines de particulares.
Los lectores de matrículas de vehículos son un total de 17. Se colocarán cuatro sistemas en Cala Romana, tres en Boscos de Tarragona, cuatro en Monnars y Solimar, dos en los Pinars, dos en la Móra, uno en el Escorpí y uno último a Ferran.
Juárez también pidió atención sobre otra problemática que se detecta en Ponent, la de la ocupación ilegal de terrenos descampados para hacer huertos. Según Guzmán, la Guardia Urbana lleva un censo de las personas implicadas, que de momento sólo son dos, y colabora con los Servicios sociales.