Incivismo
Apedrean los autobuses de la EMT cada semana a su paso por Campclar
La última agresión se dio este pasado sábado y los trabajadores de la empresa pública aseguran que la situación se está volviendo insostenible
Los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) está recibiendo de forma constante golpes de piedras tiradas por grupos de jóvenes. Se trata de incidentes que ya hace algunos años que se dan, pero que en los últimos meses se han vuelto cada vez más frecuentes. Según declara un trabajador de la empresa pública, «está llegando a un punto insostenible». El último episodio de esta acción vandálica se produjo el pasado sábado por la noche, cuando una pedrada consiguió aplastar el cristal de una puerta de un autobús de la línea 3, que hacía el trayecto desde Bonavista hasta Torreforta.
Tal como relata uno de los trabajadores del EMT, los vándalos se colocan en los descampados de la avenida del PresidentTarradellas, entre Bonavista y Campclar. Desde allí, aprovechan que cae el sol y el extenso terreno que hay para tirar las piedras y huir cuando sea necesario para evitar ser pillados.
Ataques desde media tarde
Esta fue la misma estrategia que siguieron el pasado sábado cuando, según el trabajador, empezaron a atacar los autobuses con piedras desde media tarde. «En torno a las 19 horas del sábado ya empezaron a apedrear los autobuses que pasaban», relata al trabajador de la empresa pública.
Según él, estos primeros ataques fueron a parar a la chapa del vehículo o a otras partes, sin afectar a los cristales. De hecho, es lo que pasa la mayoría a veces: el EMT no siempre tiene que lamentar una luna rota, pero los conductores sí que se llevan un susto con los impactos de las piedras muchas de las veces que viajan de noche por la avenida del PresidentTarradellas.
No fue hasta las 21:15 horas cuando un autobús de la línea 3 que conecta Bonavista con Torreforta recibió el impacto de una piedra en el cristal de una de las puertas y acabó reventando. Según fuentes consultadas de la EMT, en aquel momento había dos pasajeros en el vehículo, los cuales estaban alejados de la puerta afectada y no sufrieron daños. Estos fueron conducidos hasta la siguiente parada, donde tuvieron que esperar a que llegara un autobús de refuerzo. El vehículo estropeado se dirigió a los cocheros, a la espera de su reparación.
Tal como las fuentes de la misma empresa pública han asegurado a esta redacción, no es la primera gamberrada que los autobuses sufren en las últimas semanas. De hecho, los mismos trabajadores remarcan que un estropicio de cristales no se da muy a menudo, pero los lanzamientos de piedras se producen cada semana.
Un peligro paralos pasajeros
Los trabajadores afirman que los conductores denunciaron el primer ataque con piedras hacia las 19 horas a través de la radio interna de la empresa. Explican que, tal como marca el protocolo, después de avisar sobre los vándalos, la Guardia Urbana tendría que ir a la zona y actuar para evitar que se repita el episodio. Sin embargo, se quejan de que no lo hicieron hasta que se rompió el cristal pasadas las 21 horas. «Supone un grave peligro, no sólo parael conductor, sino también paralos pasajeros», remarca el trabajador. Este asegura que no hay que llegar a un estropicio para provocar un accidente, sino que con un solo golpe de piedra «el conductor ya se puede asustar, dar un volantazo y provocar un accidente». Los conductores denuncian que la situación está empeorando semana tras semana. «Antes te lanzaban un huevo el día de los Santos Inocentes para hacer la broma, pero estos actos vandálicos ya sobrepasan el límite», aseguran.