Declaradas culpables de asesinato las acusadas de abandonar a un bebé en un contenedor de Tarragona

El jurado popular ha considerado culpables de asesinato las dos acusadas de abandonar a su recién nacida en un contenedor del barrio de Torreforta de Tarragona en marzo del 2020. El tribunal ha determinado que Sara Z. -madre del bebé- y María Celeste E. -la abuela- tenían la intención de poner fin a la vida de la menor, aunque la decisión no se ha aprobado por unanimidad. En cambio, los miembros del jurado han acreditado por unanimidad que los actos de las procesadas estaban marcados por el 'miedo' hacia un padre y marido violento.

El ministerio fiscal pedía la prisión permanente revisable y durante el juicio ha rebajado la pena a 18 años. Las defensas, que inicialmente pedían la absolución, han solicitado 12 años y 6 meses. El juicio ha quedado visto por sentencia.

El jurado popular ha declarado culpable de la muerte del bebé abandonado en un contenedor a Sara Z. -madre de la niña- y María Celeste E. -la abuela-. Lo ha hecho por siete votos a favor y dos en contra. El tribunal consideró que la menor nació con vida y que la madre intentó asfixiarla tras el parto en su domicilio, tapándole la nariz y la boca, lo que no se produjo porque la criatura paró de llorar. En la lectura del veredicto de este martes por la noche también se ha acreditado que María Celeste vio la mano del bebé dentro del armario y la sangre en el suelo.

Los miembros del jurado han acordado, con ocho votos a favor y uno en contra, que la abuela envolvió a la menor recién nacida con una sábana y una manta y la colocó dentro de una caja para abandonarla en un contenedor de basura. Lo hizo, certifica el tribunal, con el conocimiento de su hija quien, dice, no hizo nada para evitarlo. En este punto, Sara ha estallado a llorar y ha necesitado unos minutos para recuperarse.

En sus declaraciones en el primer día de juicio, tanto Sara como María Celeste, acusaron a su padre y marido, respectivamente, de haberlas maltratado durante años. En el caso de la hija, también le acusó de haber abusado de ella sexualmente. Ante estos hechos, el tribunal consideró por unanimidad acreditada la violencia hacia las acusadas y señaló que actuaron movidas por el «miedo» y «angustia» derivadas de la situación de violencia familiar y por el hecho de que el hombre descubriera el nacimiento de la criatura.

Sin embargo, declaran, que las procesadas podrían haber elegido otras opciones. «Podrían haber dejado al bebé en otro lugar que no fuera susceptible de desaparecer o acabar destruido por la basura, tenían la opción de dejarlo en Servicios Sociales; debemos remarcar que Sara quería dejar a su hija en el CAP de La Canonja o en los Mossos», ha leído la portavoz del jurado popular.

La fiscal mantiene los 18 años de cárcel

El ministerio fiscal pidió 18 años de cárcel para las dos acusadas por el delito de asesinato y una indemnización de 15.000 euros para cada uno de los familiares más cercanos de la víctima. Inicialmente, la fiscalía pedía prisión permanente revisable, lo máximo que permite el código penal, pero durante el juicio rebajó la pena y ha mantenido su petición.

«Rebajamos dos grados la pena porque entendemos que el miedo fue muy importante en la conducta tan grave de las procesadas, consideramos que la pena es proporcionada», aseveró la fiscal. De hecho, consideró un atenuante el «miedo insuperable» de las acusadas hacia el marido y padre violento y un agravante el grado de parentesco.

Por su parte, los abogados de las defensas pidieron que se rebaje la pena en dos grados. Sin embargo, en caso de que el magistrado sólo la rebaje en un grado, han solicitado una condena de 12 años y 6 meses. Tras las peticiones, el juicio ha quedado visto para sentencia.