Si los abuelos no van al Palau de la Música...

El Palau de la Música irá a las residencias de las personas mayores. Y el Teatre Fortuny, y el AuditoriPau Casals... Todo, gracias al proyecto ResidenciArt 2.0, una iniciativa del músico Alfredo Panebianco, que se ha sacado adelante con el apoyo de la Diputacióde Tarragona.

«Las personas mayores que están en las residencias están muy bien cuidadas, pero hay abuelos que iban al teatro, a la ópera, a ver conciertos... y ahora, por las limitaciones propias, ya no pueden. Así que pensé en llevar a las residencias una programación con artistas de alto nivel», explica el guitarrista y compositor. Así es como Panebianco diseñó una gira de microconciertos y espectáculos por residencias de personas mayores y centros de educación especial, que se nutren de primeras figuras de la música: «Aprovechamos que muchos grandes nombres hacen giras internacionales y vienen a tocar en el Palau de la Música, el Teatre Fortuny, el AuditoriPau Casals, etc. para proponerles esta idea».

El resultado, asegura al músico, ha sido una gran complicidad por parte de los intérpretes y un recibimiento extraordinario por parte de los centros. La iniciativa también quiere ser un escaparate de los nuevos talentos, de manera que también se han programado conciertos de intérpretes y artistas que están haciendo las suyas primeras pasas en el mundo profesional.

La primera edición del Residenciart 2.0 se hizo en julio del año pasado con once conciertos. Vista la buena acogida, Panebianco y la Diputaciódecidieron programar una segunda edición, que se hizo desde finales de septiembre hasta diciembre, y que llevó música y espectáculos a un total de 116 centros. En toda esta aventura, subraya Panebianco, «la ayuda de la Diputacióde Tarragona ha sido fundamental».

Ahora, explica, ya trabajan en una nueva programación: «Nos llaman de las residencias pidiendo una tercera edición, el boca a oreja ha funcionado mucho dentro del sector». La idea, sin embargo, es conseguir también la implicación de las empresas privadas, con el fin de programar más actividades y que estas puedan tener más continuidad. «Lo queremos hacer todavía más grande para que todas las residencias puedan tener su programación», afirma Panebianco.