Equipamientos
El albergue de la Residencial de Tarragona provoca divisiones entre los vecinos de Llevant
El sábado hay convocada una asamblea espontánea de vecinos de Boscos para decidir medidas contra el proyecto aprobado
El proyecto anunciado esta semana para transformar la antigua Ciutat del Repòs i de Vacances en un albergue juvenil orientado al bienestar emocional de las personas ha provocado bastantes divisiones en el mundo asociativo de la zona del Llevant. Mientras un movimiento espontáneo originado en las redes sociales ha convocado una asamblea mañana sábado para discutir la situación, l'Associació de Veïns de Boscos de Tarragona se reúne esta misma tarde para estudiar las propuestas que hay que hacer. La Federació d'Associacions de Veïns de Llevant, por su parte, defiende la idoneidad del proyecto y rechaza las críticas que se puedan plantear. Desde el miércoles pasado empezaron a circular entre los vecinos deBoscosde Tarragona varios mensajes instantáneos de móvil donde se los convocaba a una asamblea mañana por la tarde, hablando sobre el centro que «todos sospechamos que pueda convertirse en un centro de acogida para jóvenes conflictivos, menores extranjeros no acompañados, ex-tutelados, con problemas de adicciones, problemas mentales y con toda la inseguridad que eso puede comportar para nuestro barrio». Con un lenguaje conminatorio, los mensajes también instan a los responsables vecinales a asistir a la asamblea y dejar claros sus puntos de vista.
El presidente de l'AV de Boscos de Tarragona, Josep Anton Solé, se ha mostrado comprensivo con esta oleada de mensajes, «porque hay mucha indignación en el barrio», ha dicho, aunque ha anunciado la voluntad de la asociación de actuar dentro de lo que son las prácticas habituales de una entidad de este tipo: mediante reuniones de juntas y asambleas convocadas en tiempo y forma. Por esta razón, l'AVde Boscos reunirá la junta esta tarde para estudiar dos propuestas de Solé. «Hace falta que convoquemos adecuadamente una asamblea general de todos los vecinos del barrio, con el objetivo que esta asamblea pueda decidir si realiza un referéndum sobre el albergue que quieren hacer a la Residencial. En este referéndum podrían votar todos los que estuvieran empadronados en el barrio». Solé ha llegado a añadir que, si no se aprueba su propuesta, está dispuesto a dimitir. Una vez la asociación haya tomado una determinación, irá a la asamblea autoconvocada del sábado para intentar que se apruebe allí y se lleve a cabo.
Hipocresía
Solé no duda de que el proyecto de la Generalitat, avalado por el Ayuntamiento, esté relacionado con los menores no acompañados, nombrados menas . ¿«No quieren pronunciar esta palabra», ha dicho, «pero si las instalaciones no les están dirigidas, aqué tipo de colectivo se refieren? Aquí hay mucha hipocresía».
Solé piensa también que este tipo de instalaciones no corresponden ni a los intereses del barrio ni al objetivo de inserción de los jóvenes, porque «ponerlos atodos allí convertirá la Residencial en un gueto, como la PartAlta o a Torredembarra. Si no están con familias donde se puedan formar y van en grupo a todas partes, pueden aumentar los delitos y la inseguridad y todos salimos perdiendo». El presidente de Boscos cree que el Ayuntamiento y la Generalitat «actúan de mala fe para utilizar la palabra albergue como eufemismo y no decirnos claramente qué quieren hacer», ha concluido.
Este análisis ha recibido un rechazo frontal de parte de la presidenta de la Federacio d'Associacions de Veïns de l'Àrea de Llevant, Gemma Fusté, que ha dicho que «eso de los menano es cierto. Es simplemente un engaño. Nunca se ha tratado de eso. Las personas que protestan están mal informadas. Un albergue para jóvenes con necesidades especiales, ya sean físicas o psíquicas, es una cosa completamente diferente», argumenta. La presidenta ha añadido que el alcalde, Pau Ricomà, tiene intención de reunirse la semana que viene con todas las asociaciones de Llevant para explicarles el proyecto.
Rumores
Fusté también se queja de que «hace muchos años que la Residencial está cerrada, y este hecho es una vergüenza. Ahora que la Generalitat tiene 15 millones de euros para hacer una cosa que vale la pena, que salgan todas estas críticas sin ninguna base no nos lleva en ningún sitio». Fusté insiste en que, ni ahora ni en el pasado, la problemática de los menores no acompañados haya sido relacionada con estas instalaciones y atribuye todas las polémicas a rumores sin fundamento.
En el albergue juvenil se quiere promover el bienestar emocional de niños, adolescentes y jóvenes. Contará con una capacidad de 556 plazas y tendrá un funcionamiento modular que permitirá regular los equipamientos según la demanda. En el edificio principal se ubicarán los servicios comunes y las habitaciones de grupo, y en una segunda zona habrá módulos habitacionales. Las obras empezarán en el 2023, con la previsión que finalicen en el 2026.