Veinte mujeres saldrán este año en Tarragona con la cofradía de la Sang por primera vez

Las mujeres de la hermandad de la Puríssima Sang saldrán en la procesión del Viernes Santo por primera vez este año, después de que se ponga en práctica el cambio de los estatutos que las admitió como miembros de pleno derecho de esta entidad de Semana Santa el año 2020. A causa de la pandemia, no se habían hecho actos en las calles anteriormente, de manera que ahora se podrá visualizar su presencia al lado de los otros cofrades. En los últimos dos años el número de mujeres integrantes de la hermandad se ha ampliado hasta una veintena y, en pie de igualdad con los congregantes de siempre, participan también en la junta de la asociación. Maria Grau, secretaria de la hermandad, califica este hito como «un paso adelante. Ahora ya podemos decir que somos de la Sang». Hasta antes de que se cambiaran los estatutos, esta entidad, degana de la Semana Santa tarraconense, tenía «dos cofradías dentro de la misma congregación», en palabras del sostsprefecte Rafael Pintado, ya que a la Sangsólo participaban hombres, y también estaba la Soledat, destinada a las mujeres.

Los estatutos se cambiaron en agosto del 2020. Aunque se mantiene la Soledat, la Sangha dejado de ser masculina y es abierta a todas las mujeres que se quieran inscribir. «Nosotros participamos activamente», explica Grau, «y hay tanto de pequeñas como de grandes. Han venido señoras de entre 60 y 70 años que les hacía ilusión inscribirse». Ahora, con la perspectiva de salir enla procesión por primera vez con la túnica de la entidad, ha aumentado el número de inscritas. «Empezamos con cinco o seis mujeres», añade Grau, «pero eran tiempos de pandemia, y todas las cosas se van ralentizando. Ahora que volveremos a estar en la calle, vemos cómo aumenta el interés».

Sin embargo, recuerda que «ser de la Sangno quiere decir sólo salir enla procesión. La Sangestá todo el año, y siempre organizamos actividades». Sin embargo, la celebración del Viernes Santo será el punto donde alcanzarán una visibilidad que hasta ahora no habían tenido. «Antes», explica, «las mujeres sólo podíamos salir en calidad de penitentes. Ahora, sin embargo, iremos también entre los otros cofrades, podremos acompañar los dos pasos de la congregación, la Flagelación y la Humillación y, dado el caso, también podremos llevar el Sant Crist de la Sang».

Cambio de perspectiva

Eso demuestra, según Grau, que cuando se modificaron los estatutos no se trató de ninguna medida cosmética, sino que detrás hay un cambio de perspectiva. Ella misma se ha convertido en miembro de la junta y secretaria de la entidad, con plena igualdad jurídica. «Hace muchos años que se trabajaba y, finalmente, hemos llegado a un punto de inflexión. Tenemos que ser conscientes de dónde nos encontramos ahora, y recordar de dónde venimos», dice.

Grau remarca que, hasta los años treinta del siglo pasado, enla procesión del Sant Enterrament sólo podían participar los hombres. Después de la interrupción que trajo la Guerra Civil, y en una época donde esta procesión tenía muy poca participación comparada con la actualidad, se empezaron a admitir mujeres envarias cofradías. Ahora todas lo hacen, y en la Sangse mantenía esta tradición de tener una instancia para los hombres y otra para las mujeres, hasta hace dos años. Este 2022, sin embargo, será el momento de poner en práctica lo que ya está previsto. El subprefecto Pintado remarca que, «en la Sang, hombres y mujeres vamos juntos a todas partes», concluye.