La ciudad de Tarragona arranca la Semana Santa con un atípico alto volumen de turistas

Tarragona ha arrancado la Semana Santa con un atípico alto volumen de turistas, según explica el presidente de la Asociación de Hoteles de la ciudad, Xavier Jornet. «La gran diferencia de este año es que hay más movimiento del habitual en estos primeros días», destaca Jornet sobre unas cifras mejores que incluso antes de la pandemia. «No hemos llegado a llenar, pero la percepción es que ha aumentado el empleo», comenta Jornet, quién añade que por Semana Santa el turista es de proximidad, de territorios catalán y nacional. Además, señala que desde la semana pasada también hay un importante número de turistas franceses, «más de lo que es normal», indica. Jornet también afirma que para los próximos viernes y sábado los hoteles están ya bastante llenos, mientras que el jueves y viernes presentan buenas cifras de ocupación, las cuales todavía podrían mejorar con reservas de última hora.

A la espera de los datos, desde la Oficina de Turismo de Tarragona también destacan un aumento de la afluencia de visitantes enla oficina de la calle Major y de llamadas desde el inicio de Semana Santa. Diferentes establecimientos de la PartAlta de la ciudad también coinciden en este sentido, como Celso Céspedes, de la tienda de souvenirs Baracoa.

«El turismo ha mejorado bastante este mes de abril. Me ha sorprendido que haya tanta gente», señala. Los turistas nacionales y otros europeos, sobre todo franceses y neerlandeses, visitan su tienda ubicada en la calle Major para llevarse un recordatorio de su estancia en Tarragona. Es el caso de un usuario que le pide un pin representativo de la ciudad. Otros, prefieren imanes o postales, entre otros, de la Catedral, el Anfiteatro o el Pont del Diable, tres de los espacios más característicos de Tarragona.

Desde la Pastelería Granja Dibà, Dolors Barberà también afirma haber notado la presencia de turistas de carácter nacional, los cuales llegan a Tarragona para «hacer turismo» más que por razones de religión, según manifiesta. Espera que este número de visitantes todavía mejore los próximos días de Semana Santa. Tanto Barberà comoCéspedes valoran positivamente la situación actual después de dos años difíciles de pandemia.

También se muestra contento el encargado del restaurante La Cucafera, Kiko Anguera, quien explica que, «aunque falten los días grandes, ya se nota la presencia de visitantes». Añade que este año ha encontrado mucho más turismo nacional y francés. «Normalmente siempre hay turistas nacionales, pero esta vez la la cifra se ha incrementado», hace saber Anguera.

Ante la afluencia de gente en elrestaurante de la plaza de Santiago Rossinyol, como por ejemplo muchas familias con niños pequeños, Anguera expone una de las dificultades de la hostelería: «Como todo el mundo come a la misma hora, tenemos que atender a mucha gente. Algunas personas lo quieren rápido, no tienen paciencia, y se enfadan».

Anguera considera que, aunque la mayoría de clientes comprenden que cocinar comporta tiempo de elaboración y uso de recursos, «la restauración es un sector donde se tiene que educar a algunos usuarios».

Los visitantes

Durantelos días de Semana Santa, un gran número de turistas conocen el casco antiguo de Tarragona, visitan el Anfiteatro, entran en la Catedral o pasean cerca del mar. Diego Victoria y María García, con residencia en Cartagena, corresponden al perfil de turista nacional. El matrimonio ha conocido la ciudad gracias a un viaje organizado del IMSERSO.

Aunque están alojados en Peñíscola, se acercaron ayer para visitar, entre otros, el Balcódel Mediterrani, la Rambla Nova y el Anfiteatro. «Unos amigos que vivían aquí nos prepararon un itinerario», apuntó García, quien también destacó la amabilidad de la gente y el buen ambiente.

Diferentes ciudadanos europeos también se han interesado por Tarragona. Es el caso de Roberta Iovine y Darío P., los cuales se han marchado de Nápoles unos días para visitar con sus hijos la Costa Daurada. «La Catedral nos ha parecido muy bonita», indicaba desde el Plan de la Seu Darío, quién sonríe cuando oyeel nombre del cineasta Paolo Sorrentino, uno de los máximos exponentes de la cultura napolitana.

«Hemos aprovechado que los niños tienen fiesta en la escuela y hemos venido», añadió Iovine mientras sus hijos jugaban. Uno de los espacios que figuraban ensu itinerario era el Anfiteatro, un monumento directamente vinculado a Italia debido a su construcción durante el Imperio Romano. La pareja ya ha visitado en Roma, cerca de Nápoles, construcciones arquitectónicas del mismo estilo.

Más allá de turistas nacionales y europeos, Tarragona también recibe visitantes de todo el mundo, aunque no sea tan frecuente. Christian Collich y Marcela López han dejado su casa en la Patagonia, en Argentina, para disfrutar del tiempo primaveral. «La ciudad es preciosa, me gusta mucho ver el mar cerca», explicó Collich. Aunque los dos miembros de la pareja se definen como cristianos, afirmaron que no han visitado a Tarragona para ver los actos de Semana Santa. Después de ver el Anfiteatro, volverán mañana a Argentina.