«No recordábamos que en la ciudad de Tarragona había tanta historia»

El Anfiteatro de Tarragona, con el mar de fondo y los rayos de sol dando color al paisaje, se convierte en una preciosa postal de la ciudad en estos días de primavera. Muchos turistas, durante el Lunes de Pascua, pudieron disfrutar de unas vistas privilegiadas al acercarse hasta el monumento romano, el cual abrió, de manera excepcional, ayer entre las 10 y las 15 horas. Los días anteriores de Semana Santa también tuvo visitas, igual que otros espacios patrimoniales del Museo de Historia de Tarragona, y tal como explicó Jordi Solé, subalterno de museos, «ha habido bastante gente estos días». Destacó la afluencia de visitantes el viernes, el sábado y el domingo.

«La sensación es que las cifras son similares a los años de antes de la pandemia», expuso Solé desde la taquilla del majestuoso Anfiteatro, donde turistas de diferentes procedencias se han acercado por Semana Santa. «Hemos recibido turistas franceses, irlandeses o ingleses, pero sobre todo ha venido mucha gente de territorio nacional, de ciudades como Madrid o Pamplona y de comunidades autónomas como Aragón, el País Vasco o Navarra», manifestó Solé. También llegó gente de Mallorca, como María José Rivera, quien visitó por primera vez el Anfiteatro. «Me está gustando mucho Tarragona, con sus restos romanos en un entorno precioso», destacó Rivera, para quien la proximidad del mar convierte el monumento en un espacio único.

De la misma manera que su amiga Feli Carretero, de Mataró, celebrará el Día de la Mona de aquí unos días con la familia. «Celebraremos la Pascua al volver del viaje», remarcó Carretero, quién se alegraba de la llegada del calor y bromeaba con su amiga porque prefiere las temperaturas más bajas. Las dos, con gafas de sol, la chaqueta en mano y una mochila, se marcharon del Anfiteatro para seguir conociendo más espacios de Tarragona. Con la misma intención se marchaban minutos antes Manoli Villalba y Moisés Velasco, los cuales aprovecharon los días festivos para marcharse de su casa, en el municipio barcelonés de Dosrius, para descubrir la Costa Daurada. «El Anfiteatro nos ha parecido muy bonito, pero habría sido mejor con el acompañamiento de un guía», remarcó Villalba. El Anfiteatro ofrece panfletos explicativos, una audioguía y paneles de información durante el recorrido. De todos modos, «hay empresas privadas que también ofrecen visitas guiadas», comentó Solé. Los usuarios tardan una media de 25 minutos en hacer el recorrido, según calculó.

La entrada individual vale 3,30 euros. Sin embargo, Simón Ruiz y Anna Trigueros, pareja de estudiantes de Barberà del Vallès, aprovecharon una oferta que les permitía visitar por 3,65 euros el Circ-Pretori, el Paseo Arqueològic- Muralles, el Anfiteatro y el Fòrum de la Colònia. Los dos estuvieron alojados en Tarragona desde el viernes. «Es una ciudad que no habíamos visitado y no recordábamos que tuviera tanta historia», destacó Ruiz, quien se quedó sorprendido positivamente por los actos de Semana Santa.

Aparte del Anfiteatro, el Museo de Historia también abrió por la mañana el Circ-Pretori, el Paseo Arqueológico-Muralles, el Fòrum de la Colònia, Casa Castellarnau, Casa Canals y la maqueta romana de la Torre dels advocats, ubicada en la Antiga Audiència.