Tarragona pasa de tener 59 pistas de pádel a 72 en un año por la demanda

El pádel se ha convertido en los últimos años en uno de los deportes más practicados por los vecinos de Tarragona. Según los datos del Idescat (Instituto de Estadística de Cataluña), la ciudad pasó de tener 59 pistas en el 2020 a tener 72 el último año. Y las cifras todavía son más positivas contabilizando todos los municipios de la provincia de Tarragona, ya que entre el 2017 y el 2021 se añadieron más de un centenar.

Con respecto al año 2017, recoge un total de 272 pistas, mientras que el 2021 se cerró con 374. Este incremento de pistas está relacionado con la demanda del deporte, la cual ha crecido considerablemente durante la última década, tal como señalan varias entidades y empresas de Tarragona. «El boom del pádel es increíble, es un deporte que ha llegado para quedarse», señala el director del centro deportivo Viding Sant Jordi, Dani Figuerola. Las instalaciones de Viding tienen hoy día cuatro pistas de pádel, pero Figuerola explica que les gustaría incorporar más: «Es difícil por razones de espacio, pero iría bien para absorber la demanda, ya que paralos cursillos infantiles, por ejemplo, están todas las plazas ocupadas».

El Viding ofrece clases tanto a adultos como a niños y entrenamientos tanto personales como grupales. Además, cuenta con tres equipos, uno femenino, uno masculino y uno infantil, formado por 17 niños y niñas, que compiten enlas ligas de la Federación Catalana de Pádel. También organiza torneos, como el del próximo sábado 14 de mayo de padres e hijos. «El pádel le da vida al restaurante, sobre todo los fines de semana. La gente, después de los partidos, va a hacer el aperitivo, a socializar», relata Figuerola.

Desde el Club Tenis Tarragona, que dispone de 14 pistas de pádel, también destacan la gran evolución del deporte. «Es un deporte que bajo mi punto de vista ya está consolidado. Además, a raíz de la pandemia ha seguido creciendo», detalla Gerard Sarlé, responsable de pádel del club, vinculado a la Federación, docente y árbitro. «Desde que llegó la covid-19, hemos conseguido que venga mucha gente. Muchos niños, que hacían baloncesto o fútbol y que durante la pandemia no podían practicar el deporte, probaron con el pádel y se quedaron», comenta Sarlé.

El Club Tenis Tarragona, delante de la platja Llarga, tiene en sus instalaciones un total de 14 pistas, todas de exterior, lo cual atrae todavía a más gente en verano. La entidad también acoge bastantes torneos. «Como es un deporte que va a más, muchas empresas han montado su circuito y eso ha provocado una avalancha de competiciones», expone Sarlé, quien afirma que «no se paran de construir pistas».

Por su parte, el gerente de Mes K Padel Tarragona, Gerard Pons, también destaca el crecimiento del deporte durante la pandemia. El club dispone de once pistas, ocho de las cuales son de interior y dos de exterior. Además, cuenta con una pista individual, de tres cristales (las pistas de dobles son de cinco). Pons destaca la vertiente social del pádel: «Es una actividad que va muy bien para desconectar, para quedar con los amigos. Muchas personas que vienen trabajan juntas».

Mes K Padel también ofrece clases y acoge a 60 alumnos de escuela. Además, organiza torneos, algunos a cargo de la Federación y otros del mismo club. «Cada mes hacemos uno, más o menos», comenta Pons. «El pádel es un deporte bastante social, quién lo prueba, se acaba enganchando», sentencia el gerente de Mes K Padel.