Las enfermeras tarraconenses hacen turnos de 14 horas por falta de personal

Retener enfermeras en los centros sanitarios de la demarcación de Tarragona empieza a tener un nivel de dificultad preocupante. La situación laboral de estas profesionales, con contratos precarios, muchos de ellos para cubrir bajas, contratos cortos, y con horas sobrepasadas, hace imposible conseguir que se queden en la provincia. De hecho, según apunta la vicepresidenta del Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Tarragona (CODITA), Núria Illamola, «muchas veces se tienen que doblar turnos, lo que supone trabajar 14 horas seguidas».

Esta situación se puede producir entre uno y dos días a la semana y, «en determinados servicios, pueden ser tres las personas que doblan el turno de manera simultánea». Es por eso que muchas de estas enfermeras prefieren marcharse a otros países de Europa, sobre todo países nórdicos (Noruega, Alemania, Suecia...), donde «están más reconocidas profesionalmente», según apunta Illamola, lo que supone también una mejor remuneración salarial. El sueldo base de un profesional de enfermería en España es de 1.076 euros, mientras que en Noruega, por ejemplo, esta cantidad se puede llegar a multiplicar por seis. Sí es cierto que, trabajando fines de semana, se puede llegar a ganar entre 1.800 y 1.900 euros, pero eso va en detrimento de la vida privada de estos profesionales sanitarios. No es extraño, pues, el éxodo de enfermeras y enfermeros alos países nórdicos.

Reclamaciones laborales

«Mientras la profesión no esté reconocida administrativamente y consigamos cambiar de la categoría A2 a la categoría A1, eso seguirá pasando», explica la vicepresidenta del CODITA. Ya hace tiempo que se está reclamando este cambio a nivel estatal pero, «aunque después de la pandemia parece que los políticos muestren un poco de interés, la solución no llega nunca y no hacen caso de nuestras reclamaciones», comenta Núria Illamola. Este cambio de categoría implicaría no sólo un aumento en la base salarial, sino también «la posibilidad de optar a otros puestos de trabajo», apunta.

El pasado mes de abril, la Generalitat anunció un aumento de 600 plazas para el grado de Enfermería en toda Cataluña, de las cuales sólo 15 serán para la URV. Según la vicepresidenta del CODITA, «aunque fueran más plazas, esta no es la solución. Muchas personas vienen a estudiar aTarragona y después vuelven a sus lugares de origen a trabajar. Pasa mucho en las Terres de l'Ebre, donde estudia gente de Valencia y Aragón, que después prefiere buscar trabajo ensu lugar de residencia». Para Illamola, la solución pasa por «conseguir el reconocimiento profesional que merecemos. De esta manera, vendrá gente de fuera y podrá crecer profesionalmente en nuestra casa, se podrá fomentar la docencia, la investigación y también la parte asistencial».

La precaria situación laboral de este colectivo se ha visto agravada por la pandemia de la covid-19. El cansancio porlas horas trabajadas, el estrés y los problemas de salud mental que ha provocado en muchos profesionales sanitarios ha supuesto que muchas enfermeras hayan decidido cambiar de área, otros han tenido que coger una baja y algunas incluso han optado por dejar la profesión. Así, la falta de personal se ha intensificado todavía más. Según la vicepresidenta del CODITA, «actualmente, la profesión de enfermería es más vocacional que nunca, teniendo en cuenta las condiciones en las que nos encontramos».