Los vecinos de Tarragona aportan su opinión con respecto al segundo tramo de carril bici de Pere Martell

Diferentes vecinos de Tarragona trasladaron ayer su preocupación por los efectos que provocará la construcción del segundo tramo del carril bici de la calle de Pere Martell. Su principal inquietud es la dificultad en la carga y la descarga, ya sea de mercancías o de personas, tal como ya ha pasado en el primer tramo. «Si pasamos a tener sólo un carril para coches, que será de bajada, será imposible cargar o descargar porque se obstruirá la vía», apuntó al presidente de la Asociación de Vecinos de Verge del Carme, Josep Maria Ferran.

Las peticiones con respecto a las zonas de carga y descarga fueron recogidas ayer tarde por el consejero de Territorio y Movilidad, Xavier Puig. «Han comentado que quizás valía la pena no concentrar la carga y descarga en un punto y repartirla en función de los comercios de la zona. Tomamos nota y no será ningún problema», explicó. Puig atendió todas las consultas y escuchó las aportaciones del vecindario con respecto al proyecto, todavía no aprobado, en el edificio del Instituto Municipal de Educación de Tarragona (IMET). El encuentro agrupó representación de las asociaciones de vecinos de Verge del Carme, el Serrallo, el Porty Torre Jordi, tal como comentó Ferran. La iniciativa del Ayuntamiento de Tarragona prevé la ampliación del carril bici desde la avenida Ramón y Cajal hasta el Serrallo. Sin embargo, el proyecto todavía es susceptible de sufrir cambios.

«Hemos hecho este encuentro y hemos tomado nota de las aportaciones que nos han hecho, que casi todas han estado en un tono constructivo. Nuestra idea no era imponer un proyecto, sino compartirlo y dialogarlo con los vecinos para ver qué mejoras podemos introducir», aclaró Puig. Además, comentó que trabajará en las demandas de los vecinos con respecto a las zonas de carga y descarga para no perjudicarles. La idea del proyecto es darle continuidad en el primer tramo de la calle de Pere Martell.

«Renovaremos la calzada y la pavimentación, que está muy deteriorada, lo que repercute en la seguridad y en la imagen de la calle», explicó Puig. También se generarán más espacios para peatones. «A diferencia del primer tramo, aquí hay dos rotondas, y una parte de estas rotondas quedará inutilizada para la circulación de vehículos. Serán espacios que gane la ciudadanía, con jardineras y bancos, entre otros», expone Puig.

Esta actuación servirá para conectar diferentes puntos de carril bici de Tarragona, con el objetivo de crear una buena red. El consejero también explicó que la idea es «hacer una transición hacia una movilidad sostenible. Eso comportará menos ruido, menos contaminación y más dinamismo en la ciudad».