El Ayuntamiento habilita en Tarragona centros cívicos como espacios de encuentro y de clase para los refugiados

El Ayuntamiento de Tarragona ha habilitado diferentes centros cívicos de barrios de la ciudad como espacio de encuentro y de clases de idiomas para refugiados. Con respecto al punto de encuentro de ucranianos, el consistorio ha puesto a su disposición el centro cívico del barrio de Sant Pere i Sant Pau. «Siempre que quieran reunirse pueden pedírnoslo, como cualquier otro ciudadano», explica a la consejera de Nueva Ciudadanía y Centros Cívicos, Paula Varas. Con respecto a las clases, ahora mismo se imparten un total de seis cursos, cuatro en catalán y dos en castellano. Cada uno de estos cursos tiene un número máximo de quince plazas, lo que supone un número total de noventa alumnos.

Estos alumnos no son sólo de origen ucraniano, sino también de otras nacionalidades, como la venezolana o la cubana, según detalla Varas. De los noventa alumnos, veintiocho son ucranianos y, tal como señala la consejera, hay otros cinco en lista de espera. Algunas de las personas apuntadas a los cursos están dentro del programa de acogida de la Cruz Roja.

Los centros cívicos donde se están impartiendo estas clases son los de los barrios de Torreforta, Sant Pere i Sant Pau, Bonavista y Sant Salvador. Según expone Varas, se realizan dos clases por semana y cada una tiene una duración de una hora y media. «Son clases introductorias a la lengua», comenta.

Los cursos empezaron este mismo mes de mayo y la consejera prevé que aumente el número: «Ya estamos haciendo un calendario porque seguramente se incrementarán». En algunas de las clases también participa un traductor, ya que muchos de los ucranianos no entienden el español y necesitan su asistencia. Varas también explica que la Generalitat de Catalunya, después del nuevo decreto, destinará recursos económicos a los ayuntamientos con la finalidad de poder «reforzar el sistema de acogida».

Así pues, el consistorio podrá mejorar los servicios en este aspecto. El aprendizaje de la lengua es una de las cuestiones más importantes para los refugiados, ya que les ayuda a integrarse socialmente y a encontrar trabajo. En el caso de los niños y adolescentes, muchas escuelas e institutos les han recibido con los brazos abiertos.