La cintura de los niños puede determinar si tendrá problemas cardiovasculares
Investigadoras de la URV-IISPV destacan la utilidad de incorporar esta medida a los protocolos de la consulta pediátrica
Un grupo de investigadoras de la Unidad de Investigación en Pediatría, Nutrición y Desarrollo Humano de la URV-IISPV ha determinado un nuevo punto de corte a partir del cual se puede considerar que el niño tiene riesgo de presentar enfermedad cardiovascular en un futuro. Los resultados de esta investigación se han publicado en la revista científica Clinical Nutrition.
Para saber si una persona sufre obesidad se tiene en cuenta el índice de masa corporal (IMC) que relaciona el peso con la altura en adultos. En el caso de la población infantil se hace aplicando unas tablas específicas por sexo y edad. Se sabe que la obesidad abdominal o central predice el riesgo cardiometabólico, por eso la recomendación que hace a la comunidad científica es que la cintura de una persona no tiene que medir más de la mitad de la altura que tenga. En el caso de los niños es dificil de determinar ya que están en crecimiento constante. Por eso, los investigadores han descubierto cómo prever si los niños sufrirán problemas cardiovasculares en un futuro midiendo su cintura.
Las investigadoras analizaron los datos de más de 500 niños incluidos en el estudio CHOP (Childhood Obesity Project) nacidos entre los años 2002 y 2004 en España, Polonia, Alemania, Bélgica e Italia. Se les hizo un seguimiento y los resultados de la investigación determinaron que el punto de corte 0,55 -como resultado de dividir el tamaño de la cintura por la altura- era lo que indicaba mejor quién tenía riesgo cardiometabólico y, por lo tanto, más probabilidades de tener colesterol, azúcar o presión arterial elevados en un futuro.
Judit Muñoz Hernando, investigadora involucrada en el estudio, apuesta por incorporar al protocolo de las revisiones pediátricas el control del índice del perímetro de la cintura/corta, ya que «la grasa localizada en la zona abdominal está más asociada con riesgo cardiovascular porque está relacionado con los órganos vitales». El hecho de que el índice de masa corporal se calcule con peso comporta que no se sepa dónde está localizada la grasa y, por lo tanto, sea un parámetro menos preciso.
El estudio quiere tener continuidad y está planificado hacer un seguimiento de estos niños a largo plazo, ahora que ya tienen unos 19 años, para ver cómo van evolucionando.